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    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

     

    La modificación a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (Artículo 181) tiene como principal beneficiario al actual secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, quien tendría un paso en la candidatura del tricolor a la Presidencia de la República.

    El PRI aprobó reformas a sus estatutos para permitir que ciudadanos simpatizantes; es decir, no militantes, se postulen para dicho cargo.

    Dicho artículo de los estatutos priistas establecía que los aspirantes a la Presidencia tendrían que cubrir un requisito de diez años de militancia. Con la reforma, el reglamento interno priista ahora establece que “conforme a lo dispuesto en la ley de la materia, la Comisión Política Permanente que corresponda podrá aprobar la participación en el proceso de la postulación de candidaturas a cargos de elección popular a ciudadanas y ciudadanos simpatizantes, cuando su prestigio y fama pública señale que se encuentran en un nivel de reconocimiento y aceptación y, en consecuencia, en condición competitiva para ganar”.

    Y aunque hay expresiones priistas que señalan que ese cambio no tuvo dedicatoria para José Antonio Meade, todo parece indicar que esa será la carta con la que participe el grupo en el poder en la carrera sucesoria.

    Este jueves, Ivonne Ortega, ex gobernadora de Quintana Roo y aspirante a la candidatura priista a la Presidencia de la República, precisó que la intención no fue favorecer al secretario de Hacienda, sino establecer un “piso parejo” para militantes y simpatizantes.

    Como sea, lo importante es que la reforma a los estatutos ubican al titular de la SHCP en la antesala de la candidatura presidencial.

    Recordemos que el funcionario, uno de los más reconocidos especialistas en economía y finanzas de este país, ha sobrevivido a cambios de administración y de partidos en el gobierno: en enero de 2011 llegó al gabinete de Felipe Calderón y desde esa fecha prácticamente no ha salido del gabinete; ha sido secretario de Energía, de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y actualmente de Hacienda.

    Podríamos decir que su presencia en puestos clave ha sido permanente desde hace más de dos décadas, en las que ha ocupado espacios en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, en el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, y en el área de banca y ahorro de la propia SHCP.

    En los corrillos políticos del tricolor se menciona que en dicho funcionario del gabinete peñista, el partido ya tendría definido a su candidato.

    Sin embargo, ser candidato es una cosa; ganar la elección presidencial es otra muy diferente, sobre todo considerando en ambiente de rechazo ciudadano hacia el PRI y de manera particular al presidente surgido de esas filas.

    En Veracruz, esa probable candidatura no tendría más claro beneficiario que el senador José Francisco Yunes Zorrilla, quien este miércoles fue nombrado presidente de la Mesa Nacional del Programa de Acción del partido.

    Cercano al titular de la SHCP, con quien le une una amistad de muchos años, Pepe Yunes ha logrado construir en las últimas dos décadas una estructura y hasta una corriente interna con fuertes nexos en el altiplano (José Antonio Meade es un ejemplo; Luis Videgaray, otro).

    El senador tiene la experiencia de varias campañas locales y dos estatales, lo que le permitió recorrer de norte a sur la entidad. Es un político con presencia indiscutible y con formación sólida; pero esos factores, que antes hubieran bastado para llegar a la gubernatura, hoy no son suficientes.

    Dado el escenario tan competido que se registra en la entidad, donde el PAN se afianza y Morena crece a pasos acelerados, el PRI podría correr el riesgo de que a pesar de postular a su mejor carta, vuelva a ser derrotado, como en 2016.

    @luisromero85

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