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    Números Rojos

    Brenda Caballero

    El fin de semana veía la película mexicana “El año de la peste”, basada en la novela de Daniel Defoe, del director mexicano Felipe Cazals, estrenada en 1979, con guión de Gabriel García Márquez y diálogos de José Agustín. Es considerada una película de ciencia ficción. En la ciudad de México se desata una epidemia la cual ataca a sus habitantes; las autoridades tratan de encubrir el problema y muchos mueren ante la desinformación y medidas de prevención; todos los cadáveres son transportados en camiones a fosas comunes.

    No pretendo contarle la película, pero una parte interesante es cuando al gobierno le urge desaparecer todos los cuerpos, pues es necesario reactivar la economía, el comercio y el turismo.

    ¿Y a qué viene todo esto? Al comentario que me hacen desde México de que al Gobierno Federal le urge reactivar las clases y volver a las actividades normales, para que lo que pasó no se vea como una tragedia. De esta forma, los voluntarios disminuirán y se podrá meter máquinas para limpiar, pues ya vienen tiempos electorales y definitivamente, puede pegarles.

    II

    Las cifras de víctimas del sismo del 19 de septiembre se incrementan todos los días. Por desgracia son más las mujeres fallecidas. Según datos de Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil, había 318 muertos, la mayoría en la ciudad de México con 180, de los cuales, 119 eran mujeres. A esa lista se incrementan otras 2, las cuales murieron a causa de infartos por el sismo del sábado.

    Uno de los edificios colapsados ubicado en la colonia Obrera, entre las calles de Chimalpopoca y Bolívar fue una fábrica de ropa, donde se encontraban mujeres costureras, muchas de las cuales murieron y otras se dice, están bajo los escombros. Así es, la tragedia vuelve a tocar a este grupo tan vulnerable, pues si recordamos, fue a través del sismo del 85, cuando se descubrieron las condiciones precarias en que trabajaban las costureras, con jornadas de más de 10 horas, sin agua ni papel para el baño, sin poder tomar agua, pues los garrafones estaban vacíos y con salarios muy-muy bajos sin prestaciones sociales. Esto originó el primer Movimiento Laboral de Mujeres en México y con ellas nace el Sindicato Nacional de Trabajadoras de la Industria de la Costura, Confección, Vestido, Similares y Conexos 19 de Septiembre, para defender sus derechos laborales.

    Treinta y dos años después se dice que sus condiciones de trabajo no han mejorado, y hasta se habla de explotación laboral por parte de los dueños de la fábrica de nacionalidad taiwanesa, los que por cierto, no han dado la cara.

    III

    Las mujeres tenemos el derecho de transitar libremente por cualquier espacio público así como usar el transporte sin miedo a ser agredidas. Por tal motivo, personal del Instituto Veracruzano de las Mujeres ha llevado 5 talleres de capacitación a diversas partes del territorio veracruzano. A la fecha se ha capacitado a 175 servidoras y servidores públicos de Tránsito del Estado y Seguridad Pública así como a operadores del transporte público en la entidad, como parte del programa “Mujer Segura”. Recientemente en Boca del Río se llevó a cabo el taller “Protocolo para la atención a Víctimas de Violencia Sexual en el Transporte y Espacios Públicos”, pues es muy importante el primer contacto que tiene la víctima para solicitar apoyo y posteriormente definir las acciones para atender y sancionar la violencia de género.

    caballero_brenda@hotmail.com

    @NumerosRojos_BC 

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