Elena Córdova
Luna Nueva
¿Quién es #Marichuy y por qué no está haciendo pozole?, ¡Esa #Marichuy se parece a la que limpia mi casa!, ¿Se imaginan a #Marichuy en la presidencia? ¡Yo sí votaría por #Marichuy se ve que tiene experiencia en limpiar México! y que tal esta frase que ilustra la perversión en todo el contexto: ¡Lo de #Marychuy es toda una payasada, votar por ella solo por ser indígena y mujer… neta hay que estar pendejos!.
Para quienes aún no están informados del todo, la persona a quienes se refieren estos indignantes comentarios hecho en Twitter, son para la mujer indígena y mexicana, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, quien en días pasados se registró como candidata independiente a la Presidencia de la República –en su calidad de vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Consejo Indígena de Gobierno (CIG)– acompañada de cientos de personas, quienes con gritos, porras y mantas mostraron su cariño y apoyo. Irónicamente, en una parte de su mensaje al momento del registro Marichuy señaló: “Como mujer y como madre les digo que debemos luchar contra este machismo, contra este sistema patriarcal que quiere acabarnos diciendo que solamente los hombres pueden”, expresó a manera de discurso político, en la explanada del Instituto Nacional Electoral (INE). Por si fuera poco, sumado a su valiente decisión, sucedieron dos hechos para nada intranscendentes, el primero tuvo que ver con la negativa de un banco para abrir una cuenta bancaria, como requisito fiscalizador del INE. Y el otro, que el mismo Instituto Nacional Electoral le advirtió que no contará con un solo peso para poder hacer campaña en todo el país, en pos de su candidatura presidencial independiente. “Esta estructura está diseñada para ellos, no para la gente de abajo, no para la gente trabajadores y mucho menos para las comunidades indígenas, pero aun así hemos logrado dar este primer paso” hizo referencia Marichuy.
En un interesante artículo denominado ¿Cómo discrimina la gente en redes sociales según su género? (1) Se hace un ensayo sobre el comportamiento de varones y mujeres en las redes sociales, con la aclaración de que esta investigación data de algunos años atrás. Esto, me vino a la mente al leer los ofensivos comentarios machistas y racistas(citados al inicio del texto amanera de ilustración del tema) en contra de la aspirante indígena. En el estudio, investigaciones que lo soportan resulta que se analizaron perfiles de Facebook, gestionados por voluntarios de entre 17 y 24 años, de cinco ciudades distintas. Destaca que los hombres, a diferencia de las mujeres, publican mayor contenido discriminatorio, centrado en grupos étnicos y minorías culturales. Además, de que, entre los descubrimientos encontrados, se detectó que tanto hombres como mujeres tienen patrones de conducta diferenciada de acuerdo con su género en Internet. Los jóvenes varones que tienen pocos estudios, por ejemplo, crean más contenidos discriminatorios en Facebook, mientras que las mujeres jóvenes con gradouniversitario publican menos. «Los hombres tienden a tener más actividad directa (publicando y compartiendo mensajes), con contenidos más claramente discriminatorios y, sobre todo, centrados en la discriminación hacia grupos étnicos y minorías culturales. Las mujeres, por su parte, tienden a utilizar estrategias de discriminación no directas (reactivas), con una menor evidencia del componente discriminatorio. Ellas, mayoritariamente, dirigen las actitudes discriminatorias hacia la situación sociocultural y la apariencia física». Conforme a lo citado, el artículo concluye determinante que, ladiscriminación digital es un fenómeno promovido principalmente por jóvenes, quienes trasladan sus experiencias de vida al entorno virtual, lo cual hacen por mero impulso, sin mayor reflexión como podría ser en su caso cara a cara. David Dueñas, investigador del Social and Business Research Laboratory (SBRlab), y uno de los autores de este trabajo, comentó para el diario “El País” que «La vida online no deja de ser un reflejo de la realidad offline, con la diferencia de que las actividades pueden ser registradas en un espacio que se ha convertido en público o semipúblico, lo cual ayuda a darles relevancia, visibilidad y permanencia. Seguimos moviéndonos en Internet de un modo similar a como lo haríamos en el mundo real, pero en las redes sociales, las palabras no se las lleva el viento”.
A manera de última reflexión por si no fuera poco todo lo leído, baste ver este tipo de actitudes en las redes sociales para darnos cuenta de que así andamos en México respecto a nuestra mujeres, las indígenas, jóvenes y educación cívica y política, en discriminación… esta pequeña estampa ilustra fielmente nuestra realidad presente.
(1)(https://www.nuevamujer.com/actualidad/2016/04/20/discrimina-gente-redes-sociales-segun-genero.html)
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