Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
En infinidad de actores el trabajo legislativo ha pasado, de ser pobre, a la miseria extrema. Escasas iniciativas, que en muchos casos llegan a la nulidad, ya que hay congresistas que no han presentado ni una; despilfarro de recursos, gastos ocultos, viajes infructuosos, son parte de los cotidianos reclamos de la población. Las propuestas y el debate parlamentario han sido sustituidos por las declaraciones de café y las entrevistas de banqueta, orientadas a los señalamientos, como si con eso contribuyeran a promover un bien común. Las “selfies” con los de a pie, con los que no volvieron a visitar, aparecerán de nuevo en las próximas precampañas y campañas electorales, para demostrar su “cercanía” con los pobres, a los que pretenderán volver a utilizar una vez más.
Infinidad dejaron de ser hijos de pueblo, hicieron a un lado el folklor para convertirse en “Congreboys”. Hoy no usan otro tipo de ropa, calzado, relojes y toda clase de accesorios personales que no sean de Houston, New York, Milán, París, Londres. Se dejaron atrapar por el glamour y las excentricidades, y ahí se quedaron; lo mismo ocurrió con varios alcaldes, hombres y mujeres por igual.
Insisten en ganarse con creces el rechazo de la población. Ante la falta de agenda de trabajo, porque con eso de que no existen dificultades, necesidades ni pendientes de labor parlamentaria por realizar, en la actualidad las baterías se enfocan en otro frente, relajado, lejano a la problemática veracruzana pero cercano a la farándula.
Sin duda muy “valiosa” la iniciativa que acaba de presentar el diputado Marco Antonio Núñez López, para que la cantante jarocha Yuri porte la corona real del Carnaval de Veracruz 2018; propuesta fortalecida con la integración de un comité de campaña y financiamiento para promover a la güera, con la finalidad de lograr el objetivo, que seguramente traerá “muchos beneficios, trascendentes e impactantes” para la población, a partir de un “brillante trabajo” del diputado Núñez.
Los que definitivamente se ganaron las rechiflas la semana que acaba de transcurrir, fue con el grotesco “tirito” a golpes que se dieron en pleno evento público en Chetumal, entre el ex gobernador de Quintana Roo, actual senador, Félix González Canto y el secretario de Desarrollo Social, Julián Ricalde Magaña
Algunos legisladores federales veracruzanos siguen de mal en peor. No obstante que ya venían arrastrando irregularidades en su negro pasado inmediato, han continuado acumulando taches por improductivos, indiferentes y apartados por completo de los compromisos que adquirieron en el distrito que “representan”.
En la evaluación que recién realizó Borde Político, Asociación Civil, a senadores y diputados de la LXIII Legislatura Federal. En el Senado de la República, la priista María Cristina Díaz ocupa el primer lugar con 100 puntos, la calificación más alta, seguida por Angélica de la Peña, del PRD, y el senador del PRI, Jesús Casillas, con 92 y 91 puntos, respectivamente. En la Cámara de Diputados, el perredista Waldo Fernández y la priista Martha Hilda González obtuvieron la calificación más alta, con 100 puntos, y comparten el primer lugar de la lista.
Los resultados de la evaluación arrojaron el dato que dentro de los 10 peores se ubica al diputado federal por el distrito Xalapa Rural, Adolfo Mota Hernández, el mismo que se desempeñó cuatro años y medio como secretario de Educación en el fatídico gobierno del recluso Javier Duarte de Ochoa. Periodo en que el analfabetismo se enraizó en Veracruz. No se construyó una escuela pública debidamente equipada como sí ocurrió en otras entidades en ese tiempo, lo que obligó a niños y jóvenes en algunas localidades a tomar clases bajo la sombra de árboles o en casuchas improvisadas con cartón y material de desecho.
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