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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

     

    Hace dos años, la pregunta que se hacían muchos compañeros que escriben columna era: “¿Qué vamos a hacer?”; incluso, hubo uno que hasta me aseguró que se iría de Veracruz… no se fue. Otra reacción que recuerdo fue la de aquéllos que de inmediato, cuando Miguel Ángel Yunes Linares recibió su constancia como Gobernador electo y celebró en Plaza Lerdo, acudieron a cubrir el evento. Sus detractores dirán que fueron a buscarlo… otros dirán que a felicitarlo… algunos más, a ponerse a sus órdenes.

    Ahora, dos años después, ocurre lo mismo. No. Hoy ya no tengo compañeros que me pregunten “¿Qué vamos a hacer?” pero sí ocurre un fenómeno parecido: muchos ya están a la caza de Cuitláhuac… y no sólamente periodistas.

    Nombres de funcionarios y funcionarias del actual gabinete estatal son recitados en los grupos de Whatsapp donde aseguran que ya un Director fue a buscar a Cuitláhuac, que ya una Jefa fue a buscar a García Jiménez… sí, también citan a reporteros, columnistas y demás fauna propia del ejercicio periodístico, que andan tras los pasos del próximo mandatario estatal… se entiende, pues es parte de su oficio buscar la noticia…

    Aunque a fuerza de ser sinceros, hay quienes ya echan sus cartas apostando por quién ha de ocupar la Coordinación de Comunicación Social; y mientras hay unos que apuestan a Fanny Yépez por haber estado en el campo de batalla en la campaña, hay quienes también hacen “changuitos” porque otra dama del periodismo, Rosa María Hernández Espejo, quien participó como candidata a diputada por Morena, ¡sea la buena!

    Por fuera quedan los otros “candidatos” que piden a sus cuates que los citen en sus columnas, en sus cápsulas o en sus comentarios, como potenciales Coordinadores de Comunicación Social de Cuitláhuac. El asunto es ver “si es chicle y pega”, subir sus bonos o simplemente que volteen a verlos.

    Hay otros que le recuerdan vía Whatsapp a Fanny Yépez la difusión que se dio de las actividades del entonces candidato de Morena a la Gubernatura y la promesa de un convenio. Es válida la aspiración. Se apostó a una carta y la ganaron.

    Pero aparte de este movimiento que se da en la prensa, está el de los dolidos, ésos que incluso, estuvieron trabajando con el Gobierno estatal, por unos días, por unos meses y luego salieron rumiando su coraje…

    O los otros dolidos, que aspiraban a un cargo prometido y no se les dio… o a quienes se les quitó no dos, sino tres o cinco plazas, y se quedaron nomás con una, y en el peor de los casos, ¡tuvieron que trabajarla!

    Pero esto ocurre en la fauna periodística…

    Cosa contraria es esos funcionarios, porque no hay pretexto para decir que se busca el acercamiento por lo de la entrega-recepción pues ésta va para largo que inicie, aunque las intenciones de darle prisa al paso estén dadas.

    ¿Qué los obliga entonces a esos funcionarios buscar un acercamiento con el próximo mandatario?

    Para los que aún están en el poder, ello puede considerarse como una especie de deslealtad o traición, no sé… es más, desconozco si estén enterados…

    Para ellos, para esos directores y jefas, no puede ser otra cosa que miedo… el proyecto de vida laboral para ellos iba mínimo, de unos 8 años y máximo, hasta 20… y ahora, son meses.

    A diferencia de los Yunes y el equipo que logró la derrota del PRI hace dos años, estos neofuncionarios no saben lo que es vivir como oposición y por eso el miedo.

    Insisto: Hoy, ningún compañero columnista se me ha acercó para decirme “¿Qué vamos a hacer?”, pero es evidente que en varias dependencias del Gobierno estatal, muchos que no saben lo que es trabajar, se han de tronar los dedos preguntándose entre ellos “¿Ahora, qué vamos a hacer?”

     

    smcainito@gmail.com

     

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