Brenda Caballero
Números Rojos
Victoria, Monserrat, Alicia, Franchesca y Yolotzin esbozaban alegría mientras sus dedos se deslizaban armoniosamente sobre las cuerdas del arpa. Los allí presentes aplaudíamos sin cesar, mientras escuchábamos sus piezas que interpretaron como solistas y en conjunto.
La vida es una paradoja, fue lo primero que pensé. ¿Cómo esas mujeres con su música y alegría pueden ayudar a las de su mismo género que sufren violencia y que puede terminar en homicidio?
La respuesta fue Arpa con Causa.
Así se llamó el Concierto que se celebró este domingo en el Auditorio del IMAC en beneficio del Refugio para las Mujeres en Situación de Violencia del Instituto Veracruzano de las Mujeres que organizó el Consejo Consultivo del IVM en coordinación con Culturarpa, y que contó con patrocinadores como ALBE Ingeniería, De la Rosa Consultores y el Bufete Jurídico Vázquez Azuara y Asociados.
Lo recaudado en este concierto será para comprar muebles y enseres para el Refugio.
“Veracruz ocupa el segundo lugar de violencia contra las mujeres. Estamos por debajo de Sinaloa. México es uno de los países de América Latina más violento contra las mujeres; solamente estamos por debajo de Brasil”. Fueron las palabras de Ana Laura Pérez Mendoza, presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, que este domingo fue maestra de ceremonias con causa. Ella continuó con las estadísticas y dijo que en Veracruz, de enero de 2017 a abril de 2018 se habían contabilizado 250 homicidios de mujeres por la violencia, lo que representaría 15 homicidios de mujeres por mes.
Esos datos duros definitivamente contrastan con notas musicales del arpa y lo que nos trasmitieron esas cinco mujeres en el escenario con su talento, pues seguramente a más de uno le pusieron la piel chinita y le sacaron la lágrima como a mí.
Victoria Pérez Morales abrió el concierto con Perlitas, de Francisco Cárdenas. Ella es oriunda de Tepetates, Veracruz; inició sus estudios de arpa a la edad de 13 años. Actualmente estudia el primer semestre en el Colegio Preparatorio de Xalapa y forma parte de la orquesta infantil y juvenil de la SEP, donde toca el piano. Con dos años de trayectoria, Victoria ha participado en distintos eventos musicales.
La Marcha de Zacatecas de Genaro Godina fue interpretada por Monserrat Morales Martínez. Ella es originaria de Xico. Inició sus estudios del arpa jarocha a los 12 años. Montse estudia el tercer semestre en la Preparatoria Joaquín Ramírez Cabañas de Coatepec, y ha participado en varios eventos musicales.
El Rascapetate de Rafael Díaz; Qué bonita es mi tierra, de Rubén Fuentes y Mario Molina Montes; además de La Bruja de la Huasteca, de Eduardo Bustos Valenzuela, a la cual Alicia Navarrete Landa confesó haber hecho arreglos propios, sonaron magistralmente en su arpa.
Alicia es xalapeña y tiene 18 años. Inicia tocando jarana, pero aprende a tocar el arpa de manera autodidacta. Ha realizado diversas giras musicales con mariachi en Texas y tiene en su historia diversos eventos en los que ha participado a nivel estatal y nacional.
Franchesca Filobello Arauz llegó acompañada de su hermana Enriqueta y su papá José Juan Filobello Aguilar, quienes interpretaron Dios nunca muere, de Macedonio Alcalá así como el Jarabe Tapatío y el Son de la Negra. Franchesca, quien tocó el arpa, es xalapeña. Se ha desarrollado como arpista folclórico representando a la música veracruzana en diversos grupos como el Ensamble folclórico de Veracruz de la Escuela Industrial Concepción Quiroz Pérez.
Yolotzin Campos Loyo fue la última intérprete. También le acompañaron sus hermanas Mayel y Quitzé y fue cuando los allí presentes escuchamos Silverio, melodía que compusiera Agustín Lara al torero de ese nombre, además de El Tigre de Antonio de Dios Guarda, y el Circo de Tony de la Rosa.
Yolotzin inicia su trayectoria artística desde el 2001, pero es hasta mediados del 2006 cuando se enfoca en el arpa. Ha participado en varios eventos musicales nacionales e internacionales y actualmente imparte clases de arpa a los niños del ballet folklórico infantil José Azueta.
“Ya había escuchado esa canción”, me dice el marido quien me acompañó al Concierto, “pero no sabía cómo se llamaba… la había escuchado en películas”, refiriéndose a El Circo.
El momento que estábamos esperando llegó. Las 5 jóvenes mujeres pasaron al escenario y nos deleitaron con dos piezas más: La Bamba y el Balajú. Hasta la piel de gallina se me puso al escuchar a cada una de ellas tocar como solistas y en conjunto. Es hermoso ver a mujeres empoderadas, apoyando a otras mujeres, apoyando una causa.
A propósito de El Balajú, éste tiene un verso que dice: “Quien le pega a una mujer no tiene perdón de Dios, no tiene perdón de Dios, si no le pega otra vez”, el cual fue cambiado por el maestro Alberto de la Rosa, director de Tlen Huicani de la UV, quien escribió: “Bonito el pájaro cú/ Porque es el son que prefieres/ Porque es el son que prefieres/ Bonito el pájaro cú// Yo lo digo sin tabú/ Y con todos los poderes/ Es mejor el balajú/ Cuando tocan las mujeres”.
Gracias maestro Alberto por no abonar a estereotipos machistas, gracias Victoria, Monserrat, Alicia, Franchesca y Yolotzin por deleitarnos con sus interpretaciones y sobre todo gracias a las integrantes del Consejo Consultivo del Instituto Veracruzano de las Mujeres dirigido por Yolanda Olivares Pérez quien también se encontraba presente; Minerva Cobos Lucero, presidenta; Alma Acosta de la Rosa, Consejera Secretaria de quien fuera la propuesta musical con causa, así como a sus demás consejeras que apoyaron en la organización: Graciela Elizabeth Nani, Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, Mónica Vásquez Carmona, Abigail Pereda Hernández, Paola Rivas Cuevas, María Esther Cazarín Sánchez, Cynthia Hernández y Juana María Toriz Javier. No cabe duda que cuando mujeres trabajan por mujeres los resultados son grandiosos.
@NumerosRojos_BC
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