El extraño caso de Córdoba y Buganza

“Veracruz Seguro” aún no llega

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales  

En Córdoba, con vistas a las elecciones municipales del próximo año ya existe una seguridad: Juan Manuel del Castillo no será candidato a la presidencia municipal.
Y eso, porque los resultados de los comicios federales pasados muestran que no puede ganar una elección ni con todo el dinero en las bolsas.
Pero a cambio de esto se abre la especulación:
Del gobierno de Javier Duarte, quieren sacar a Gerardo Buganza para que sea el candidato del PRI a la presidencia municipal de la Ciudad de los 30 Caballeros.
En parte es porque consideran que puede ganar la elección, por una supuesta presencia efectiva entre los simpatizantes panistas que hicieron perder tan estruendosamente a Francisco Cessa, el candidato del todavía alcalde de Córdoba, Francisco Portilla.
Pero la intención también es mandar a Buganza directo a unos comicios que puede perder, esto con tres miras:
1. Que deje la Secretaría de Gobierno, para que ahí se instalen a plenitud los nietos de la fidelidad, con Gabriel Deantes, como premio a su “magnífico” trabajo que realizó en las elecciones federales pasadas, en las cuales Enrique Peña Nieto quedó en segundo lugar, después de Josefina Vásquez Mota (pero insisto, algo debió haber hecho bien para que lo premien, aunque sus detractores digan que lo bien hecho fue precisamente acomodar las cosas para que la panista fuera cabeza en los resultados electorales de la entidad).
Si no es Gabriel Deantes, sería su primo el alcalde de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, quien busca ser el candidato al gobierno del estado para el 2016, apoyado desde ahora por el Gobernador Javier Duarte, como el tercero en línea de la sucesión de Fidel Herrera, lo que lo llevaría de ser hijo de la fidelidad a bisnieto de la fidelidad.
2. Que al ya no ser Secretario de Gobierno no pueda apoyar a quienes buscan su cobijo para ser candidatos a algún puesto de elección popular y deje el camino menos aglomerado para que los nietos de la fidelidad puedan despacharse con menos aprietos.
3. Que al perder, precisamente, sus aspiraciones para ser Gobernador de Veracruz terminen completamente.
Esas son las razones que argumentan los nietos de la fidelidad, como su plan maestro.
Pero lo peor, o lo mejor, depende del punto de vista, es que estos rumores parecen tener sustento.
Dicen que durante la última gira que el Gobernador Javier Duarte hizo a Córdoba llegó a la residencia de Gerardo Buganza Salmerón, en el fraccionamiento Elizabeth, en esa ciudad, donde el Secretario de Gobierno quería presentar y posicionar a su carta para ser candidato a la alcaldía, Sergio de la Llave, pero antes de que hiciese la mención Javier Duarte lo “invitó” a ser él (Gerardo Buganza) precisamente el candidato a la Presidencia Municipal.
Gerardo Buganza, refieren quienes dicen que les contaron fuentes de primera mano, agradeció al gobernador y ante la insistencia aseguró que en el transcurso de esta semana le daría una respuesta.
Gerardo Buganza, ante esto, lo más seguro es que buscará de nuevo el acercamiento y cobijo con Vicente Fox, cuya cercanía propició precisamente la actual posición que tiene, incluso como parte de un acuerdo que el expresidente de la República hizo con Fidel Herrera cuando éste era gobernador de Veracruz y como una forma de enfrentarse a sus enemigos, Felipe Calderón y Miguel Ángel Yunes.
Gerardo Buganza muy probablemente luchará por no ser el candidato a la presidencia municipal de Córdoba, pero igual está por verse si las circunstancias lo empujan hasta esa postulación.
Y entonces tendría que enfrentarse con su anterior aliado, Mauricio Duck, que parece construir con fuerza su candidato al interior del panismo tradicional en esa zona.
Entonces, la batalla sería entre dos panistas.
Dos místicos con diferentes visiones y formas de querer gobernar a los terrenales.

El Veracruz Seguro que todos deseamos
El Secretario de Marina-Armada de México, almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, al recibir la medalla Veracruz como reconocimiento al trabajo que la Armada de México ha realizado en la vigilancia del territorio veracruzano y la lucha contra la delincuencia, sintetizó de forma magnífica el pensar de los terrenales que vivimos en el estado de Veracruz:
Hay que “recuperar el Veracruz Seguro que todos deseamos”.
Cierto es que aún hay camino por recorrer.
En verdad el reconocimiento que recibió el titular de la dependencia lleva un mucho de aceptación para el trabajo de todos los que integran la institución y trabajan en Veracruz y para el bien de Veracruz.
La presencia de los marinos ha sido reclamada por la ciudadanía en diversos momentos, formas y tonos, como una muestra de la desconfianza que prevalece hacia la policía estatal.
Ese es un reclamo y una petición reiterada hacia el presidente de la república electo, Enrique Peña Nieto, de que mantenga a las fuerzas armadas en el estado y el programa de Veracruz Seguro.
Tal vez por esa real presencia que tiene la Armada en Veracruz, es que el gobierno de Javier Duarte buscó que se le diese la mayor difusión posible al evento, incluyendo los espacios donde al mandatario veracruzano lo vituperan.
Pero un acto no va a recuperar la confianza de los terrenales.
Honor a las fuerzas armadas que protegen a los terrenales.

AGUA QUE FLUYE
Los legisladores y su agenda. Los nuevos senadores por Veracruz, los Yunes priistas, Héctor y José, han asumido tantas responsabilidades en la Cámara de Senadores que han dejado de lado la atención a quienes los buscan.
Tal vez el 2016 se mira lejano, pero las batallas por la candidatura gubernamental para esa fecha se libran ahora día con día.
En cambio los diputados Alejandro Montano y Uriel Flores Aguayo andan más que movidos para estar en Xalapa y en el DF, lo que puede explicarse incluso porque las elecciones locales, con todo su peso, serán el próximo año.