José Luis Ortega Vidal
Claroscuros
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El 4 de abril de 1985 la policía de Costa Rica irrumpió en la Quinta “San Rafael de Ojo de Agua”.
Por medio de un operativo que duró apenas quince minutos detuvieron a Rafael Caro Quintero (a) “El Príncipe”, quien se hallaba junto a su novia Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez.
Los gendarmes costarricenses creían que su objetivo era “rescatar” a la bella joven nativa de Guadalajara, Jalisco, en México.
Más tarde fueron ubicados en la realidad.
La sobrina de Guillermo Cosío Vidaurri -ex gobernador de Jalisco- aclaró en su declaración judicial: “Yo no estoy secuestrada… yo estoy enamorada de Caro Quintero».
De 33 años en el momento de su captura Rafael Caro Quintero ha cumplido 58 mientras cumple su pena en el reclusorio preventivo de Guadalajara, a donde fue trasladado por orden judicial tras permanecer más de dos décadas en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) de Jalisco.
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Ayer -19 de septiembre- trascendió la muerte de Rubén Zuno Arce, ex cuñado del ex Presidente de México Luis Echeverría Alvarez.
Zuno Arce purgaba una condena por su presunta complicidad en la tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar en Guadalajara, en 1985.
Al morir Rubén Zuno contaba con 83 años de edad y padecía cáncer; pasó los últimos 23 años en una cárcel de Florida, en Estados Unidos.
Enrique Camarena Salazar fue un investigador del gobierno de EEUU asignado a las oficinas de la DEA en Guadalajara.
Allí el detective se infiltró en el Cártel de Guadalajara que encabezaba Miguel Angel Félix Gallardo y del que formaban parte -entre otros- personajes como Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero, Amado Carrillo Fuentes y Joaquín Guzmán Loera.
Al trabajo policiaco de Camarena se le acredita el descubrimiento del rancho “El Búfalo”, donde se manejaba nivel industrial marihuana de exportación desde México hacia Estados Unidos.
El 25 de febrero de 1985 Camarena fue secuestrado en Guadalajara y su cuerpo se encontró el 7 de marzo del mismo año en el pueblo de “La Angostura”, en el estado de Michoacán.
La muerte de Enrique Camarena Salazar marcó un antes y un después en la historia del narcotráfico en México.
A partir de su asesinato la DEA orquestó el “Operativo Leyenda” –el más importante hasta ese momento, de parte del gobierno norteamericano sobre el tema del narcotráfico- para determinar las causas y las responsabilidades en torno al crimen de su agente.
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En su libro Los Señores del Narco (Editorial Grijalbo, 2011), la periodista Anabel Hernández ofrece detalles de esta historia y establece una serie de vínculos entre los acontecimientos ocurridos de febrero a abril de 1985 en la perla tapatía, así como sus consecuencias históricas.
El trabajo periodístico de Anabel Hernández vincula al gobierno de México –particularmente al de Luis Echeverría Alvarez- con las mafias internacionales dedicadas al tráfico de drogas durante décadas.
Detalla también Los nexos del gobierno mexicano con la CIA; con casos como el Irán-Contras, el asesinato de columnista Manuel Buendía y de un periodista veracruzano que era su informante; así como la presencia en suelo jarocho de un campamento para entrenar a soldados de la Contra-Revolución de Nicaragua, encabezados por “El Comandante Cero”: Edén Pastora.
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El entrenamiento de los “Contras” en Veracruz está ligado a la muerte de 19 agentes de la Policía Judicial Federal asignados a investigar el tema, cuenta a Anabel Hernández.
Luis Echeverría Alvarez –registrado con la clave Litempo 8- fue agente de la CIA en México desde su época como Secretario de Gobernación en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz.
Esposo de María Esther Zuno Arce –hermana de Rubén, fallecido ayer- don Luis estaba al tanto de todo lo que ocurría en el país, incluido el tema del “matadero” al que enviaron a los agentes federales por el tema de los “contras”.
Tema viejo y nuevo el de la narcopolítica en México y Estados Unidos.
Ayer simplemente murió uno más de sus protagonistas: Rubén Zuno Arce, quien fuera propietario de la residencia donde torturaron y asesinaron a Enrique “kike” Camarena Salazar hace 23 años.
Al momento de aquellos sucesos, Zuno Arce ya no era dueño de la casa que se utilizó como “matadero”.
Sin embargo –detalla el libro “Los Señores del Narco”- era un conocido “socio” del Cártel de Guadalajara.
Ayer, en una declaración a la prensa, el hoy político poblano Manuel Bartlett Díaz –ex Secretario de Educación y Gobernación en el sexenio de Miguel de la Madrid, autor de “la caída del sistema” y hoy Senador de la República por la izquierda- señaló que Rubén Zuno Arce fue víctima de un complot que lo llevó a la cárcel norteamericana.
A Manuel Bartlett Díaz se le señala como el autor intelectual de la muerte del periodista Manuel Buendía Tellezgirón.
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