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    Marco Antonio Aguirre Rodríguez
    Místicos y Terrenales

    Hoy Enrique LevetGorozpe se muestra en toda la ambición de su persona y sus ganas de comerse todo el pastel.
    Y hasta la bandeja y la mesa, si lo dejan.
    Es pues, un místico que no tiene ni quiere ponerse medidas.
    O el asunto se puede plantear de otra forma, ¿qué es lo que los fidelistas y los nietos e hijos de la fidelidad le deben a Enrique Levet (El Papo pues, para sus cuates y no) que hace que el dirigente estatal del Fesapauv sueñe que ahora si puede cumplir cualquiera de sus dos aspiraciones máximas pendientes:
    1. Ser rector de la Universidad Veracruzana
    2. Ser presidente municipal de Veracruz
    Enrique Levet durante mucho tiempo buscó ser dirigente estatal del Fesapauv y por una causa o por otra se le negó la posibilidad durante los gobiernos de Patricio Chirinos y Dante Delgado.
    Pero el apoyo le llegó y logró uno de sus sueños.
    Luego buscó la presidencia municipal de Veracruz y durante todo el sexenio de Fidel Herrera le dijeron que sí, pero no cuando.
    Lo mismo pasó cuando quiso ser diputado federal.
    Finalmente en la elección del 2010 lo pusieron en la lista plurinominal de las diputaciones del PRI y llegó a la curul.
    La buena fortuna le sonrió con más fuerza, al igual que a su vástago Enrique Levet Rivera, tanto que este fue nombrado subdirector de Asuntos Jurídicos del IPE el 18 de diciembre del 2010.
    Ya encarrerado, Enrique Levet comenzó a buscar ser dirigente de la confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, lo que se concretó el 18 de noviembre de 2011, para utilizar esta como trampolín para llegar a una diputación federal, otro de los sueños incumplidos de El Papo.
    Pero ni con todo y la representación de los grupos magisteriales académicos logró su cometido de ser diputado federal.
    Lo que si ha hecho Enrique Levet a la par es ir “construyendo” sus “bases” de apoyo para lograr otro de sus grandes sueños, el ser rector de la Universidad Veracruzana.
    ¿Cómo ha hecho esto?.
    Pues ha impuesto directores en varias facultades de la Universidad Veracruzana, quienes a su vez han metido a dar clases a hijos, parientes y recomendados de los integrantes del circulo cercano de Enrique Levet, con lo cual han cerrado la pinza para seguir impulsado el imponer a más directivos.
    Pero lo peor de esta práctica es que los nuevos profesores que ingresan a la Universidad Veracruzana, la mayoría son egresados de universidades particulares, porque no pudieron pasar el examen de admisión a la máxima casa de estudios de Veracruz, o, en el mejor de los casos prefirieron cursar sus estudios en otras instituciones porque veían lo deplorable del trabajo de sus progenitores.
    ¿Un ejemplo?.
    El mismo Enrique Levet Rivera, hizo su licenciatura en la Universidad Villarica, de Veracruz, pero ya tiene planta docente en la Universidad Veracruzana.
    Pregunte a quienes son estudiantes de la Universidad Veracruzana la edad y la calidad de los nuevos catedráticos, así como el origen de los mismos y lo verá; ¿qué serán?, ¿el 90 por ciento de los nuevos catedráticos en los últimos cinco años tienen nexos directos con los integrantes del Fesapauv o los profesores cercanos a la cúpula de Enrique Levet?, de estos ¿el 80% por ciento son egresados de universidades diferentes a la Veracruzana?.
    Enrique Levet fue quien impulsó una clausula retrógrada en el contrato con la Universidad Veracruzana, para que las vacantes se le entreguen primero a los catedráticos de la facultad donde se generan y después, se haga un concurso por invitación para las materias que carecen de profesor asignado.
    Esto con la más pura intención de ganar simpatía entre los académicos porque así no deben esforzarse para ampliar su cuadro de materias, porque solo deben esperar a que estas estén disponibles.
    Y por lo mismo, cuando un posible peligro para su tranquilidad lo miran en el horizonte, no lo dejan pasar más allá de la simulación del examen de selección.
    ¿Puede creer que un doctor egresado de una universidad extranjera con prestigio, con experiencia profesional probada, pierda un concurso contra algún joven recién egresado de una universidad particular?.
    ¡Pues ha ocurrido!.
    Así pues, Enrique Levet prepara la zarpa para darle el golpe a la rectoría de la Universidad Veracruzana.
    Uno de sus grandes sueños sin realizar.
    Sobre este punto en particular, con todo respeto para la autonomía de la Universidad Veracruzana, debería de existir una prohibición expresa para que un dirigente sindical no pueda participar en el proceso de selección de rector, precisamente por toda la presión que puede llegar a ejercer para obtener el cargo.
    Y eso es lo que está haciendo Enrique Levet, porque además mantiene una cercanía con el gobierno del estado, precisamente en la expectativa de que desde ahí lo apoyen para obtener la nominación, al más puro, obsoleto e inconveniente estilo de la imposición.
    Con esa visión es que Enrique Levet ha jugado a la política y ha obtenido las prebendas.
    Pero, por si acaso esto no ocurre, también teje redes para la presidencia municipal de Veracruz, ahí con el supuesto soporte de la influencia que ha ganado en la zona a través de una fundación con poca presencia.
    Enrique Levet, pues, quiere comerse todo.
    Pero además ya acomodó a sus hijos Carlos Enrique (en el IPE), José María (a cargo de la Asociación Civil Juntos por Boca, Ver) y Lorena (quien estuvo encargada de los comedores de la Universiada en Veracruz) , aparte de que le ha pegado con grandes negocios al presupuesto estatal mediante diversas empresas, entre ellas algunas constructoras.
    La Universidad Veracruzana es de todos y como tal debe ser defendida.
    No debe ser, nunca más, coto de un grupo y menos con visiones tan retrogradas.
    Con situaciones como estas, ¿cómo se va a dar el avance de las formas de vida de los terrenales?

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