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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Me fui a cama con la inquietud… pensé en una encuesta, en un sondeo, no como medición, sino como prevención, muy idealista… hasta lo imaginé así:

    1.- ¿Es casada, tiene pareja, tiene novio?

    2.- ¿Le tiene miedo?

    Incluso agregaría una más, en caso de que fuera soltera:

    3.- ¿Le tiene miedo a su ex novio, ex esposo, ex pareja?

    4.- ¿Por qué?

    Esto venía a colación porque ya por la noche del domingo, mientras comíamos-cenábamos, me llega al cel una terrible noticia: Guadalupe López Grajales, joven reportada como desaparecida el pasado viernes, su cuerpo era hallado en un panteón de la congregación Pacho Nuevo, del municipio de Emiliano Zapata. Su cabeza, de acuerdo a las notas, había sido estrellada varias veces en una tumba. Odio. Se percibe tanto odio.

    Hay ocasiones en que ya tengo miedo a las notificaciones del reportero Ignacio Carvajal… me mantiene al tanto de los asesinatos cometidos en mujeres; el interés periodístico de este fenómeno misógino (no lo puedo entender de otro modo) que me movía a checar la información recibida, hoy es acompañado por un ligero estremecimiento y un sentimiento de impotencia cuando veo que una mujer ya es una cifra.

    Hablamos en casa de Justicia, sí… pero también de prevención y la cabeza nos da muchas vueltas… puedo entender que una esposa, novia o pareja pueda tomar una decisión y buscar refugio, ayuda, sea en institutos de las mujeres, refugios temporales de la Fiscalía o hasta en el DIF de su localidad, pero también me queda claro que dar ese primer paso es un choque que contraviene una cultura de raíces profundas que derivan en “dejar sin padre a sus hijos”, si los hay; “el sustento de la casa”; “el amor a la pareja”; “el qué dirán”; y una suma de ideas que “dilatan” una decisión, hasta que ya es demasiado tarde y que nos da una nueva cifra, o peor aún, futuras mujeres y hombres que asumen la conducta violenta en pareja como algo “normal”…

    Es seguro que usted como yo conozca casos de mujeres que sufren el acecho de una ex pareja, ex novio o ex esposo… acoso, hostigamiento, persecución, a veces orillan a muchas mujeres al borde de la paranoia (sin afán peyorativo)… angustia, miedo, incertidumbre… dar ese paso ante las autoridades para denunciar puede inhibir muchas cosas si es que las instancias correspondientes actúan con firmeza…

    Misma situación puede ocurrir en el lugar de trabajo, donde no se ve a empleadas o compañeras, sino presas… afortunadamente ahora, en las áreas laborales, al menos en el servicio público, se tienen las Unidades de Género… ¿se han hecho trabajos de cuántas “contenciones” de acoso se han hecho en cada una de estas oficinas? Digo “Contenciones” porque no creo que haya una solución de tajo.. ¡imagine la noticia!: Jefe acusado por acoso, ¡despedido tras comprobarse su conducta!

    Pero qué pasa en las otras mujeres… aquéllas que en su casa son sorprendidas por un depredador; o camino a su hogar… o en el autobús… o en el taxi… sí, hay medidas de prevención pero creo que éstas no funcionan cuando un depredador actúa con premeditación, alevosía y ventaja sobre una mujer…

    El rostro de Coquis Gómez turba… alguien de nombre Josué Meza la golpeó… alguien quien presumen es “Abogado”, la golpeó… alguien de quien entonces se presume, conoce las Leyes y por ende, las consecuencias de violarlas, la golpeó… el agresor de Coquis fue detenido por elementos de Seguridad Pública y puesto a disposición de las autoridades correspondientes. ¿Por qué la agredió? pudiéramos hablar de un “acontecimiento común” entre personas que tienen mascotas, en este caso perros. Josué Meza tiene un Rottweiler y Coquis, perros más pequeños. Ella sintió temor por sus mascotas e hizo un reclamo que tuvo como consecuencia, golpes en su rostro.

    Entrecomillé “acontecimiento común” porque tener perros nos lleva a veces a discusiones con otros dueños de mascotas o personas que se sienten agredidas por su presencia, por su comportamiento, o hasta porque orinen y defequen, pero sin conocer a fondo las causas de la agresión hacia Coquis, a ojo de buen cubero, Josué Meza es un riesgo no sólo latente para Coquis, no sólo para las mujeres, sino para la sociedad… Josué deja de ser un “Acontecimiento Común”.

    Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Jucopo en el Congreso local, hace una declaración interesante: “sanción ejemplar” al agresor de Coquis, en aras de dejar un precedente: que en Veracruz no se tolerará más la violencia contra las mujeres. No tengo idea de cómo medir una “sanción ejemplar”, pero espero que se dé.

    Mientras, Coquis en sus redes sociales narraba el interminable día que la tiene yendo del Cuartel de San José, a la fiscalía; a Servicios Periciales, al Centro de Especialidades Médicas, y en ese trance, tanto ella como su familia, se han tenido que cruzar con su agresor, “quien en todo momento se reía; se reía de mi madre angustiada, se reía de mi hijo aterrado en lágrimas. Presume ser Licenciado… Abogado e influyente”.

    ¿Qué están pagando las mujeres? Una amiga cree que “hay como un cobro de derecho de piso hacia las mujeres, en donde en la medida en que ocupamos más espacios en ámbitos antes no permitidos, la crudeza se acrecienta”… puede ser… no lo sé… pero sí sé que si es usted mujer, bien se puede hacer esta pregunta: ¿Le tiene miedo a su novio, pareja, esposo o ex? Si la respuesta es positiva, está a tiempo de hacer algo antes de que sea demasiado tarde… en otras circunstancias, como la que sufrió Coquis, ¿qué se puede hacer?

     

    smcainito@gmail.com

     

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