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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Algo peculiar ocurre en el Gobierno de la Cuarta Transformación. Sus exponentes en el Gobierno federal parecen ser de la “Cuarta Edad”. En el afán natural de resistirnos a cualquier cambio, hacemos mofa de quienes ostentan el poder. Es seguro que si el Gabinete estuviera integrado por “jóvenes” entre 35 y 45 años, se hablaría de su falta de experiencia.

    Hay dos segmentos en nuestra sociedad que se truenan los dedos si de empleo se trata: el de la tercera edad y el de los chavos.

    Si bien hay programas asistenciales que apoyan a los abuelos, en muchos casos éstos no son suficientes y obligan a muchos veteranos a buscar por su cuenta allegarse recursos, ya sea con la venta, pidiendo limosna o “empleándose” como “cerillos” en centros comerciales pero a la suerte de la “propina”.

    En el caso de los chavos, está el programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), enfocado a personas entre 18 a 29 años de edad, que no estudian y no trabajan, para capacitarse en el mundo laboral. El Gobierno de Cuarta les otorga una beca mensual de 3 mil 600 pesos para que se capaciten durante un año en alguna empresa, instituciones públicas y organizaciones sociales, bajo la esperanza de que al año, haya la oportunidad de contrato.

    No se puede negar que el programa sea bondadoso, tanto para el empleado como empleador y no obstante ello, alrededor de JCF, se tejen varias leyendas, como el que algunos ayuntamientos aprovecharon este programa para “bajarle” a la nómina prescindiendo de personal.

    Hay otra leyenda que habla de que hay en el padrón registros con datos muy vagos, tanto del empleador como el del empleado, en aras de justificar un presupuesto.

    Y la más reciente, es la que hablan en Xalapa en un medio de comunicación electrónico… les cuento:

    Nueve jóvenes canalizaron sus servicios como comunicadores, la mayoría de ellos como reporteros. No sé si en aras de la “novatada” o lo que sea, hicieron que estos jóvenes cubrieran las guardias de fin de semana bajo una promesa: éstas serían pagadas por fuera del programa. Por supuesto, cual si fueran políticos, la promesa nunca se hizo realidad. Sin embargo, en aras de que se “mantuvieran entretenidos y esperanzados”, todavía les hicieron creer que serían contratados y sí, el contrato nunca llegó, por lo que cansados de tanta mentira, cuatro becados de JCF se salieron…

    Por supuesto que dentro de las políticas del programa, la “baja” de jóvenes implica puntos negativos para la empresa y no se les permite que “contraten” a través de JCF, a más chavos.

    Dicen que este medio gusta de presumir un vasto equipo de reporteros y por ello buscó la manera de echar mano del programa a través de algo parecido a una “outsourcing” de esta forma que a continuación les platico:

    Una reportera de la misma empresa, crea su “empresa de comunicación” y la da de alta. Así, triangulando, mete a trabajar a diez jóvenes más al portal electrónico.

    Insistimos: el programa JCF parece muy noble… no así quienes ven en él la oportunidad de “ahorrarse” unos pesos y más en los medios de comunicación, que gozan de fama por ser mala paga y los mejores evasores de impuestos. Claro que muy independiente de las formas de allegarse empleados o reporteros de este medio electrónico, ojalá y de éstos últimos diez que están becados, al menos la mitad sean contratados…

     

    smcainito@gmail.com

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