Destacado

    Con graves problemas debido a su falta de liderazgo y trabajo en pro del sector empresarial de los socios que la integran, el Presidente de la CANACINTRA XALAPA, Juan Manuel García González, quien además ostenta la Vicepresidencia Nacional de Responsabilidad Social de la CANACINTRA, ha llevado a esta Cámara al borde de la extinción en la entidad Veracruzana.

    EL nulo trabajo desarrollado desde que fue elegido como Presidente, ha provocado una continua deserción de socios de esta Cámara que ha desembocado en que la CANACINTRA XALAPA haya sido expulsada del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, convirtiendo a una asociación tradicionalmente de gran influencia, en un exiguo club de él y unos cuantos seguidores de ocasión, que buscan obtener raja política ofreciendo al poder en turno, el membrete la CANACINTRA XALAPA como una fuerza empresarial de gran peso y “fuerza política”, cuando la contundente realidad es que en el sector empresarial no lo reconocen, ni por error, como un líder de sector o empresario serio siquiera.

    La terca realidad, esa que no se puede ocultar, es que el Presidente de la CANACINTRA XALAPA, ha descuidado a tan importante organización en su perturbada idea de emprender una carrera hacia la alcaldía de Xalapa. Ha logrado al interior de la misma, en lugar la unión de los pocos socios que aún la integran, una profunda desunión y desorden que requiere de la intervención urgente del PRESIDENTE NACIONAL DE CANACINTRA, el cual por cierto, debe ignorar la situación de la Cámara en Xalapa.

    Conferencias de café en donde expresa únicamente su sentir personal, y no del grupo que dice representar, es el papel a que se ha reducido la catastrófica actuación del Presidente de la CANACINTRA XALAPA, Juan Manuel García González, quien acude presto al puerto de Veracruz a tomarse la foto con su Presidente Nacional intentando aparentar un liderazgo que no tiene, ni ha tenido desde su inicio.

    Lo cierto es que el Presidente Nacional de CANACINTRA, debe voltear hacia su filial Xalapa, poner orden y renovar tan perjudicial planilla, ya que como buen Veracruzano, seguramente es el primero interesado en poner en práctica el viejo refrán que reza: el buen juez por su casa empieza.

     

    Hacer Comentario