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    Vanessa Cambranis

    Es primavera, está lloviendo… durante este tiempo de «encierro» he visto hacer el amor sin pena alguna a los pajaritos que viven frente a mi casa, vuelan libres y libres disfrutan de hacer el amor cuando y donde les da la gana… señal que pronto tendremos nuevos pajaritos revoloteando en el aire, llenando con su canto nuestra cotidiana vida; ellos no saben que los seres humanos estamos viviendo una pandemia llamada Covid-19 y que por eso «estamos guardados en casa» sólo disfrutan la libertad de volar, venir a comer a mi casa el alpiste y tomar el agua que todos los días les pongo… ellos están libres haciendo el amor…
    Mientrás yo REINVENTÁNDOME en este tiempo que estoy guardada, ya pasé la peor etapa, sí, la de no dormir, la de preocuparme en qué pasará con mi negocio cerrado ya por casi 2 meses más los que se acumulen; ya superé la etapa de llorar y reír al mismo tiempo y pensé: SI DIOS CONMIGO, QUIÉN CONTRA MÍ… y solté, solté todo, ansiedad, miedo, preocupaciones y empecé a BENDECIR este «ENCIERRO» y algo pasó, quizás magia, quizás FE…

    Empecé a OCUPARME, sabes, me encanta la cocina, NO SOY UNA EXPERTA, pero es algo que ME ENCANTA, disfruto ponerme el mandil que con mucho amor me bordó mi madre… ya sabes, las mamás que tanto nos cuidan, le puso mi nombre, por aquello que lo quieran copiar… es único, la tela de mascotita naranja con blanco, el bordado en cruz color verde y mi nombre en naranja; lo cuido con tanto amor… es una obra de arte elaborada especialmente para su hija consentida (eso digo yo, jajajaja ).
    Ayer decidí hacer un postre, mi hermana Bella me mandó la receta secreta de su pan de zanahoria que le queda super delicioso. Ella es experta en hacerlo y me puse el mandil, ése el que me bordó mi madre y le puso mi nombre…
    Empecé a seguir la receta… estaba inspirada… la tarde era perfecta para HACER EL AMOR EN MI COCINA… vi la receta, empecé a cernir los ingredientes, recordaba a mi abuela Elena en su cocina cuando preparaba sus deliciosos pasteles y ¡cernía 7 veces la harina! por eso eran únicos, y yo la observaba haciéndo con amor sus postres…
    Yo estaba cerniendo la harina, junto con todos los ingredientes, se me ocurrió ponerle más para acompletar otro pan, así que ya saben, le agregué la mitad de todo lo que decía la receta y le puse más royal, moví DESPACIO LA MEZCLA, así SE HACE EL AMOR (eso dicen…). INCORPORÉ uno a uno los huevos, SEGUÍA ENVOLVIENDO SUAVEMENTE LA MEZCLA, el aceite y la azúcar… todo… no dejé de mover, le toca el turno a la nuez y de mi cosecha le puse almendra fileteada y arándanos (siempre pon tu toque mágico, ése será tu secreto) al final la zanahoria rallada, NO DEJÉ DE MOVER LAS MANOS, SEGUÍ MEZCLANDO ENVOLVENTEMENTE Y SUAVEMENTE TODOS LOS INGREDIENTES… la paleta de madera es la herramienta ideal para ello…
    Pareciera que la primera parte de este ritual AMOROSO ya estaba «más que listo».

    Viene la segunda parte… Bella no me puso en la receta cómo preparaba el molde, le marqué, estaba trabajando y sin poder contestarme, puse mi mente a volar y lo puse al azar… la lógica me dijo: pon mantequilla y harina a los moldes, moldes que hace tiempo compré y son desmontables, apenas ayer los estrené ¡y vaya que los estrené! ya listos, vacié la mezcla con cuidado, sólo hasta la mitad del molde… todo iba perfecto en este ritual de hacer el amor, estaba inspirada y extasiada de ver el resultado…
    CALENTÉ el horno, les di su bendición a los moldes al meterlos al horno (siempre lo hago), el FUEGO ALTO para que caliente el horno y DESPUÉS LE BAJAS, así como cuando estás empezando el cortejo, poco a poco vas calentado todo, el ambiente y la vida…
    Empezó mi hogar a oler ¡SÍ A OLER A QUEMADO! ¡Diantres, se me están quemando los panes! corrí como loca a bajarle a la lumbre ¡SE REGARON LOS PANES en el horno! ¡creo me pasé de royal! señal que tanto amor NO ES BUENO, hay que tomarlo con calma, la casa olía a quemado y empecé a «raspar la charola del horno» para DESPRENDER lo que se había regado y evitar así más humo y que los panes olieran a humo… LA REGUÉ PERO TENÍA QUE ACTUAR DE INMEDIATO SI QUERÍA REMEDIAR EL PROBLEMA, y vaya que actué, raspé y raspé, BAJÉ EL FUEGO, estuve CUIDANDO LA HORNEADA, pasó el tiempo, introduje un cuchillo para comprobar la cocción del pan, salió limpio, (dicen los expertos que es cuando ya está cocido el pan)…

    Vanessa B
    APAGUÉ EL FUEGO…ESPERÉ A QUE SE ENFRIARAN LOS PANES… despegarlos del molde fue un triunfo, HAY COSAS QUE SE AFERRAN… tienes que «DESPRENDERLAS» …
    NO, no me quedó nada bien, MI PRIMER PAN DE ZANAHORIA, DERRAMADO Y PEGADO AL MOLDE… no importa LO INTENTÉ, era noche, quise descansar… mañana será otro día… hoy terminé cansada de hacer el amor en mi cocina…
    Hoy amanecí dando gracias a Dios, otro día más de «estar guardada en casa» los pájaros siguen haciendo el amor y siguen como cada día cantando cerca de mi ventana…
    Los panes ¿qué haré con ellos? no quedaron nada presentables, había que hacer algo, NO están los tiempos para tirar la comida, y además QUEDARON DELICIOSOS, sólo no estaban presentables…
    Pensé rápido, DESMORONÉ CON MIS MANOS SUAVEMENTE TODO EL PAN, a veces en la vida tienes que hacerlo (si no te sale lo que tú esperabas, desbarátalo y vuelve a empezar) agarré unos vasitos desechables y empecé a rellenarlos y con una cuchara los «APLASTÉ HASTA DARLES UNA NUEVA FORMA» y los puse en una blonda plateada, estaba extasiada NUEVAMENTE, FELIZ REINVENTÁNDOME, RECREANDO ALGO NUEVO, DE UN DESASTRE, LA BELLEZA Y LA VIDA DE UN MINI POSTRE BROTABA…EL AMOR… MÁGICO AMOR…
    Faltaba el ADORNO, la nota de la CÚSPIDE CUANDO TERMINAS DE HACER EL AMOR, esa mágica sensación que te deja plena, SATISFECHA… tosté almendra fileteada y nuez troceada, cuidé QUE NO SE ME QUEMARAN, CADA DETALLE, CADA GESTO Y CADA MOMENTO… preparé la chantillí probando NO PASARME DE DULCE, pa que no EMPALAGARA, hay veces que demasiado dulce no es bueno, ni tanto que no le queme… seguí mezclando la chantillí, quedó super buena, la metí en una duya para adornar con ella a mis PETIT DE ZANAHORIA y al final les puse los trocitos de almendra y nuez tostada …
    REVOLUCIONÉ DE UN CLÁSICO PAN DE ZANAHORIA A PETIT DE ZANAHORIA, ME REINVENTÉ HACIENDO EL AMOR EN MI COCINA… YO, la MAQUILLISTA, sí, la dueña de un mándil de tela de mascotita, bordado por mi madre…
    El resultado ya lo viste… sí, el amor fue muy bueno, me encantó equivocarme y reinventarme… ASÍ ES EL AMOR Y LA VIDA todos los días, cada día..
    Por eso te invito a que NO sigas patrones escritos, SÉ LIBRE, SUEÑA, INSPÍRATE, CREA, TRANSFORMA, PRUEBA Y REPRUEBA… trata de DISFRUTAR este tiempo que estás «guardado o guardada» en tu hogar, REINVÉNTATE, quizás descubras en ti nuevos talentos que ni siquiera sabías que tenías y quizás sean los que te hagan ser mejor humano… después de todo NO SOMOS EXPERTOS, sólo somos humanos que estamos re-aprendiendo a tener una nueva vida… y quizás este TIEMPO DE «ESTAR EN CASA» es la oportunidad que tanto pedías tener y Dios o tu universo te la está dando…
    YO HICE EL AMOR EN MI COCINA, con miedo ante lo desconocido, pero segura que algo bueno sucedería y lo maravilloso fue REDESCUBRIRME y EL RESULTADO FUE DELICIOSAMENTE SABROSO… RICO… RE-BUENO… ¿GUSTAS PROBAR?
    Bendecida noche para todos.
    P.D. Los pájaritos siguen y siguen haciendo el amor…

    Vanessa A

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