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    Luis Bustos

    EnEstaHora

    A propósito del regreso a clases, en la modalidad TV con el soporte en las modernas tecnologías, hoy, me decidí a escribir unas notas sobre los inicios, fortalecimiento e importancia de la EDUCACIÓN  AUDIOVISUAL Y EDUCACIÓN A DISTANCIA, en México, porque resulta de grado máximo de importancia, señalar que las bases para que lo planeado para este curso, resulte exitoso, ya están sentadas desde hace más de 50 años, con la participación y esfuerzo de cientos, de miles de trabajadores del sector educativo que en grupos multidisciplinarios han ido construyendo, a través del tiempo, lo que hoy, será puesto en práctica a nivel general en la educación básica.

    Para ello, considero que hay que acudir a la memoria histórica de los inicios de dos proyectos que constituyen la base sólida en la que se debe sostener el proyecto 2020/2021: la Educación Audiovisual y la Educación a Distancia.

    Para ello, hay que tomar en cuenta algunos aspectos que siguen siendo vigentes y que si no son ignorados, favorecerán y garantizarán el éxito del programa.

    Veamos por qué:

    De manera especial, dirijo mis apuntes a la educación en nivel de secundaria, denominada Telesecundaria, que nace formalmente, en 1968, y surge para cubrir un enorme vacío que existía en el sistema educativo nacional: proporcionar servicio a la población estudiantil del medio rural y zonas marginales del país, con la intensión de extender el servicio a más comunidades con la finalidad de captar más estudiantes.

    Como antecedentes, es de suma importancia tomar en cuenta que, desde 1930, en Estados Unidos, varias universidades ya se apoyaban en la TV, para el sistema educativo.

    Por otra parte, a mediados de los años sesentas, en varios países ya se habían instrumentados apoyos audiovisuales en el proceso educativo.

    En Europa, Portugal (Telescola) y España (Teleclubs) ya tenían buenos modelos de televisión educativa, pero es el modelo italiano (Telescoula) el que serviría de base para el sistema mexicano.

    Funcionaban con grupos de 10 alumnos aproximadamente con un maestro (Monitor).

    El 17 de agosto de 1965 se publicó en el periódico Novedades, el proyecto de ALFABETIZACIÓN Y EDUCACIÓN SECUNDARIA POR TELEVISIÓN.

    Fue durante el gobierno de Díaz Ordaz y el Titular de la SEP era Don Agustín Yáñez.

    Precisamente, el 29 de febrero de 1965, durante la celebración del Día de la Bandera, se convoca a una nueva Etapa de Alfabetización con recursos audiovisuales y apoyo de programas de radio, para lo cual se designó a la Dirección General de Educación Audiovisual, a cargo del ‘Bachiller’ Álvaro Gálvez y Fuentes, como responsable del proyecto.

    En la siguiente administración  gubernamental, nuevamente, hacen responsable a la Dirección General de Educación Audiovisual del proyecto de educación secundaria, por lo que se crea la Dirección de Telesecundarias.

    Álvaro Gálvez y Fuentes sentó las bases del INEA con la primera cartilla de alfabetización para adultos, funda la  Radioprimaria y la Telesecundaria (basado en el modelo italiano).

    Las Telesecundarias tienen tres características propias:

    • TELEAULA (Espacio físico)
    • TELEMAESTRO (Maestro que impartía la clase de la materia a estudiar)
    • MAESTRO MONITOR. (Que estaba físicamente frente al grupo y orientaba y guiaba el aprendizaje del alumnado).

    El Centro de Experimentación Educativa se estableció en el entonces Distrito Federal, hoy CDMX, en la Calle Donceles número 100, donde funcionó el grupo piloto y las clases se impartían desde las oficinas de la Dirección General de Educación Audiovisual, ubicadas en la Avenida Circunvalación esquina Tabiqueros en la colonia Morelos.

    El grupo  experimental se integró el día 5 de septiembre de 1966 y contó con 25 alumnos, de los cuales, al final del curso, aprobaron 24.

    Al curso inicial se inscribieron 341 aspirantes, de los cuales, solo se aceptaron 83 cuya edad oscilaba entre los 12 años.

    El mecanismo era el siguiente: la impartición de la clase en directo era desde la oficinas de la Dirección General y la clase era impartida por el maestro de la especialidad (Tele maestro), mientras en el salón de clases (Teleaula) el Maestro Monitor cumplía con los tiempos del programa; 10 minutos para la revisión de la clase anterior, 20 minutos para la clase en vivo y 10 minutos destinados a descanso antes de iniciar una nueva sesión o materia.

    El maestro Monitor es que realizaba el trabajo administrativo, hacía el pase de lista, revisaba trabajos, coordinaba aplicación de exámenes y calificaba.

    En esta narrativa no podemos omitir que en 1950 con motivo del IV informe de gobierno del presidente Miguel Alemán, se inicia la Televisión Comercial y, 9 años después, el día 2 de marzo de 1959, inicia trasmisiones el Canal 11 del IPN, como un gran impulsor de la educación audiovisual, ya que habiendo iniciado con clases de matemáticas, posteriormente, impartió clases de idiomas, a petición de las algunas Embajadas extranjeras.

    Retomando el tema que nos ocupa de las telesecundarias es importante señalar que las asignaturas se impartían conforme al Plan de Estudios del nivel de secundaria, por lo que la entonces Dirección General de Segunda Enseñanza, invitó a un grupo de docentes para que se capacitaran en aspectos como la producción, edición y dirección de programas, de preparación de guiones para enseñanza televisada, el empleo de materiales audiovisuales, así como de aspectos generales de actuación frente a cámaras.

    A la par se constituyó un equipo de evaluación, que investigaba sobre las reacciones de los estudiantes y analizaba la intervención del Tele maestro, sobre los apoyos didácticos a los que recurría, incluyendo su actuación y vocabulario, para saber si era adecuado.

    Es importante apuntar que este nuevo proyecto fue sometido a constantes evaluaciones con una participación multidisciplinaria, al grado de que se optó por distintas vías en la implantación de modalidades, PRIMERA: la del grupo que se conformaba con alumnos de entre 11 y 12 años con maestro monitor, profesor de primaria.

    SEGUNDA. Se formó otro grupo de mayores de 20 años, sin maestro monitor, que si bien no obtuvo las mejores calificaciones sí demostró que los alumnos desarrollaron sus actividades de manera independiente y con responsabilidad. Con base en los resultados de esta opción, se determinó incluir una categoría especial de los llamados “libres”, quienes podrían llevar el curso de manera autónoma y presentar exámenes a título de suficiencia para acreditar el curso.

    Otro aspecto que tuvo gran relevancia fue que, para la asignación de las plazas de maestro monitor, se privilegió a maestros de primaria sobre los de especialidades, por haber mostrado mejor acoplamiento al proyecto y por haber en existencia muchos más que los egresados de la Escuela Normal Superior.

     

    En conclusión, ¿qué es lo que hay que tomar en cuenta?:

    1. Capacitación del personal docente que estará frente a cámaras.
    2. Constituir un equipo de evaluación, que investigue sobre las reacciones de los estudiantes y analice la intervención del Tele maestro, su técnica de enseñanza y sus apoyos didácticos.
    3. Darle autonomía de análisis y gestión a los Consejos Técnicos Escolares de los distintos niveles educativos, para que “en tierra” opinen y propongan adecuaciones o cambios sobre la marcha, con la finalidad de empatar o empalmar, lo proyectado en la CDMX con la realidad de cada región.

     

    Nota: para elaborar estas notas recurrí a las siguientes

     

    Fuentes:

    1).-La Telesecundaria en México. Breve recorrido histórico por sus datos y relatos. Autores: María Cristina Martínez Mercado, José de Jesús Jiménez Hidalgo, Rodolfo Martínez Jiménez y Carlos David García Mancilla…D.R. SEP 2010.

    2).-Charlas con Maestros Monitores fundadores del Sistema de Telesecundaria.

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