Fernando Hernández
Xalapa
Con la espada desenvainada y con el reloj corriendo aprisa porque el plazo se acaba, el exbasquetbolista profesional Ramsés «Lulo» Benítez exigió a Raúl Arias Lovillo, en su calidad de exrector de la Universidad Veracruzana, el pago de una deuda millonaria por despido injustificado, tras la salida del sonorense de los Halcones UV Xalapa hace ya casi 10 años.
“Lulo” fue claro: “Ya págame Raúl”. El declarante aseguró que existe ya una sentencia favorable para él pero el proceso se alargó, según el poste, por anomalías en el proceso dentro de la Secretaría del Trabajo en las dos recientes administraciones estatales, y febrero es el límite para cobrar o posiblemente perder la batalla.
Insistió en que el bloqueo que sufrió tras su salida del equipo fue responsabilidad del exrector de la UV, así como de los directivos Juan Manuel González y Oziel González, con peso específico en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, por lo que no tuvo más oportunidad laboral en su oficio.
“Qué raro que ahora Raúl Arias Lovillo esté postulándose como alcalde, hablando de honestidad, pero él salió condenado en mi demanda y no me quiere pagar. En el acta constitutiva dice que la Universidad es el dueño del equipo y que el rector es el presidente”, señaló.
Benítez aseguró que todos los dirigentes le dieron la espalda y no hubo respuesta ante el despido injustificado y la atención por la lesión que sufrió en la espalda.
“Raúl Arias también me echó, entonces lo meto (en la demanda), se libran Juan Manuel y Oziel, pero Arias no, y salió condenado; le pedí que se hiciera responsable la Universidad Veracruzana.
“Sara Ladrón de Guevara se lava las manos y ahorita Raúl Arias busca la alcaldía de Xalapa hablando de honestidad, pero no me ha pagado.
“Ha estado comprando a los abogados, a la presidenta de la junta número tres de Conciliación del estado; me han alargado el proceso para cobrar y ella ha estado pidiendo moches”, indicó el exjugador, al mismo tiempo que aseguró tener pruebas para sostener todo lo dicho.
De hecho, afirmó que de la administración pasada, el responsable del caso le pidió el 40 por ciento del dinero que se cobraría, más 20 por ciento para el abogado; es decir, el jugador se habría quedado sólo con el 40 por ciento de lo exigido y por eso no aceptó.
“Y si Raúl Arias va para su campaña de alcalde, que me pague; si está hablando de empleos y justicia, que me pague primero; que venda la casa que tiene en Barcelona”, sentenció.
El sonorense informó que al ser el exrector el patrón, por eso es que apareció como demandado, aunque la Universidad Veracruzana sea la dueña.
“Y en el acta constitutiva dice que una vez disuelta la sociedad, la Universidad Veracruzana actuará como liquidador; ellos cerraron operaciones a sabiendas de mi caso que estaba todavía en curso; no se disolvió la sociedad, todavía la tienen.
“Pasaron un programa a la Fundación, que son las escuelitas, pero en el cierre de operaciones ellos siguen siendo los dueños del nombre de la promotora. Me comuniqué tres veces y me contestó (Alberto) Islas, un abogado encargado de lo jurídico de la Universidad.
“A Sara Ladrón de Guevara también le mandé (mensajes) y me respondía ‘aquí estamos’, y pues a seguirle, pero en 2016 salió condenado Raúl Arias; la Universidad metió un amparo y le dieron para atrás un año y Raúl Arias apareció diciendo que él no sabía, cuando tenía al mismo abogado que la Universidad”, explicó.
El exjugador sabe que la responsabilidad corresponde a la máxima casa de estudios de la entidad y por eso exhortó al aspirante a la presidencia municipal a que interceda ante Ladrón de Guevara, como presidenta de la sociedad, o al Gobierno del estado para cubrir el pasivo y acabar con esta novela.
“Me debes dinero Raúl. Págamelo. Habla con la rectora, ellos son los patrones, pero tú también estás ahí”, enfatizó.
“Lulo” indicó que esta situación le acarreó problemas familiares, le provocó el divorcio, no ver a sus hijos en ocho años; tuvo que vender su casa; y problemas físicos en la espalda y rodillas, al no tener el respaldo del club cuando se lesionó.
Ramsés Benítez recordó que en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional tampoco se daban las prestaciones que merece cualquier trabajador, además de contratos presuntamente turbios y eso, en el pasado, lo exhibió en una carta pública que la refirió como la esclavitud moderna.
“Si a la Liga Nacional le cae una auditoría del IMSS, imagínate. Puedo decir que Mexicali y Durango sí daban seguro, pero la mayoría no; si se hace, no vuelve a existir esa liga; de dónde van a sacar ese dinero para pagar; estamos hablando de miles de días por un jugador o un empleado, violando los derechos constitucionales”, subrayó.
Finalmente, “Lulo” se dijo dispuesto a negociar pero con un marco legal de por medio, sin tener que dar “mordidas” de ningún tipo, aceptando cada quien su responsabilidad y así Arias Lovillo siga su camino en campaña.
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