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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    No es la primera vez que ocurre… tampoco debe extrañar que el rigor en esta temporada de elecciones, sea más severo… de cierto modo, si a uno no le sorprende, cuantimenos a ellos: Todo el Poder del Sistema sobre una familia… los Yunes.


    ¡Ojo! Hablamos de los Yunes porteños, el del choleño, o como les decían, los del Estero, o también los azules, cuando ingresaron a las filas del panismo.
    Hablar del “Todo el Poder del Sistema” va desde la Fiscalía, el Congreso, tribunales, y si se puede, hasta con ayuda federal.
    Si bien podemos decir que son tres los que representan a la familia Yunes (el padre, Miguel Ángel, así como Chuiquiyunes y Chiquinando), pues haga de cuenta que es toda una tropa… un batallón… un ejército…
    La persecución generada en tiempos del fidelato y comprada por el duartismo y hoy tomada en estafeta por el morenismo, ha generado no sólo en la entidad, sino en todo el país, un mito alrededor de los Yunes al grado que si hay un apellido que pese en el escenario externo a nuestro localismo enriquecedor, es Yunes. ¿Qué no hay otros? Imaginen: ¡Hubo un momento en nuestra vida política local como nacional que tuvimos tres senadores Yunes! Dos, parientes (del tema que nos ocupa) y el peroteño.
    ¿Cómo diablos una familia es capaz de poner en jaque a un Sistema, a un Gobierno, a varios poderes?
    Algo han de saber hacer para sacar de sus casillas a tres gobiernos, dos del PRI y uno de Morena.
    Y en ese “saber hacer” va la estrategia política. Los Yunes no dan paso sin huarache y menos sin generar escenarios y prospectivas. Y lo que esté fuera de su contexto, volvemos a lo mismo, saben aplicar el Rope-a-dope a la perfección… es decir, saben lo que es pelear contra las cuerdas, así, con ese estilo que caracterizó a Muhammad Alí.
    En el OPLE, los representantes de Morena como el diputado Sergio Gutiérrez, acusan que se rebasó el gasto de campaña con la marcha del domingo donde fue invitado el ex candidato Miguel Ángel Yunes Márquez.
    Sí, parece que este escenario no fue considerado por los contrincantes de Yunes Márquez, que si se organiza una marcha y lo invitan a participar, él lo puede hacer como un simple ciudadano, ya no como candidato… igual ocurriría si en Xalapa hacen una marcha en defensa de la Libertad y la Democracia… Yunes Márquez podría ir en calidad de convidado…
    Por supuesto, los Yunes saben que en el juego de la política se gana y se pierde. Saben lo que implica una derrota. No nada más con Morena, igual la han sufrido con el PRI… pero también aprenden de ellas, al grado de que ya saben lo que es ser Gobierno…
    Se entiende que en un municipio, se declare la guerra encarnizada contra el candidato más fuerte, como hoy lo hacen contra Juan Manuel Diez Francos en Orizaba, o contra Juan Yona, en Hueyapan de Ocampo; o el mismo Ricardo Ahued en Xalapa… pero son guerritas localistas… el caso de Yunes rebasa por mucho la guerra electoral, lo personal, cuando todo un sistema en el poder concentra todas sus baterías, no sobre un partido, sino contra una familia, contra tres de sus integrantes, en aras de que no lleguen al poder, así, con el mismo énfasis que el fidelato le puso… con el mismo énfasis que el duartismo le imprimió… así, con las mismas ganas que hoy el morenismo le mete.

    smcainito@gmail.com