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    Miguel Ángel Gómez Ruiz

    Luego que órganos jurisdiccionales cancelaran la candidatura de Miguel Ángel Yunes Márquez, quien tenía ya una tendencia ganadora en la búsqueda de la alcaldía de Veracruz, no se encendieron las alarmas en los partidos que conforman la alianza “Veracruz va”.

    Horas después, las dirigencias de los partidos PAN, PRI y PRD y sobre todo los panistas veracruzanos coincidieron en que quien debía sucederle en la candidatura era Paty Lobeira, su esposa.

    Era sencillo, antes de que el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) tomara la decisión, entre las sospechas de que había una intromisión del gobierno de Veracruz y el Poder Judicial, la ventaja ya era, de acuerdo a encuestas, de más de 20 puntos sobre Ricardo Exsome.

    Y es que es natural, el gobierno de Veracruz, encabezado por Cuitláhuac García se ha obstinado en ganar –como sea- el puerto de Veracruz. De hecho, todos los candidatos de la región, Exsome, Hernández Espejo y hasta el “huevo” Arteaga se han valido de los ataques hacia los Yunes y aprovecharon para utilizar los apoyos sociales para tratar de ganar la simpatía de la gente.

    Cobijados por un presidente que ha violentado la ley electoral las veces que ha querido, un triunfo en Veracruz les quitaría el amargo sabor de boca que les ha dejado la campaña. No han propuesto, por el contrario, han denostado a sus adversarios y eso es entendible pues en esa zona casi siempre han perdido.

    Lo que ha sorprendido a todos ha sido que Paty Lobeira fue recibida con cariño y no ha perdido esa ventaja que dejó su esposo, amén de que la zona conurbada, lo acepte Morena o no, fue transformada por los gobiernos de Acción Nacional.

    Ahora con una coalición, hay más posibilidades de triunfo, por el poderío panista, más el voto duro del PRI y un PRD que ha sido el partido que mejor se organizó de un año a la fecha.

    Paty Lobeira ganaría porque es franca, tiene un trato sencillo, es amable y además, porteña. Fue una excelente presidente del DIF en Boca del Río y es recordada con mucho cariño en la región.

    La imagen de Miguel Yunes Márquez y el panismo en la región es fuerte, sobre todo porque pesa en esa zona el panismo local más que el estatal. De hecho, Miguel fue elegido por los porteños pese a que el propio Joaquín Guzmán Avilés se oponía y de cierto modo apostaba a favor de Bingen Rementería.

    Ahora, en lo que resta de la campaña se verá si el panismo veracruzano o el yunismo mantienen su poderío sobre Morena, cuyo candidato –a quien relacionan con Javier Duarte- había sido opacado por el junior. Amén de que, como diputado federal no regresó a su distrito a cumplir siquiera, alguna de sus promesas.