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    Sara Ladrón

    El tema no es la Honestidad y mucho menos la capacidad para medir el rendimiento de un funcionario de la UV… ¡claro! tampoco que busques cualquier oportunidad para sacar tu lado chunchaquero…
    Aquí el asunto es qué tan bien le caes al grupo que le maneja a la rectora Sara Ladrón de Guevara las áreas más sensibles y por lo mismo, las más importantes de la UV… mientras ella baila chunchaca…
    El asunto es no importunar a Sarita, dejarla bailar chunchaca, mover el bote, sacudir la cadera, mientras su Grupito opera lo que cree que a ella le conviene…
    Para ello, obstaculiza a los miembros de la comunidad que piden audiencia con ella; le checa el correo institucional y responden de acuerdo a su criterio sin consultarle a Sarita si está de acuerdo o no, por eso hay que dejarla con la chunchaca ¡que es bien simpática y buena onda cuando está entre la raza!
    No importa que el Grupito de la rectora sepa nada, cero, ni idea, de los temas a tratar siempre y cuando se aplique el criterio de no molestar a Sarita ¡déjenla que está bailando!
    Y así, mientras chaca chaca con la chunchaca, el Grupo de Sarita crece… crece Rafa y Yola Baizabal menos Tula… ella se expande.
    Los tres se sienten expertos en todo: en administración, asuntos internacionales, estudiantiles, comunicación y prensa, materia penal, gestión política y manejo de imagen… mientras baila Sarita.
    Y si pisan a algún director, lo pisaron bailando… sobre todo Tula, digna defensora de los dineros de la UV al hacerse la remolona para pagar a los empleados del Sutsev que defienden a su manera sus logros sindicales, aunque chequen tarde o se ausenten del trabajo; pero qué tal se hace guaje cuando hay que pagar a los ahijados (propios y de cuates), compadres y familiares, que cobran sin aportar nada a la institución que dice administrar…
    Pero, eso qué importa… tú, Sarita, ¡baila! ¡baila chunchaca! porque te están llevando al baile…

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