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    TURISMO ELECTORAL

    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

    El llamado “turismo electoral” básicamente consiste en personas que, sin cambiar de residencia en la realidad, se inscriben en las listas nominales de otras entidades, donde se desarrollarán votaciones. Se trata de una argucia que se presenta, sobre todo, en elecciones estatales.

    En los años recientes, Veracruz ha estado en la mira de las autoridades por ese motivo; luego del proceso del año 2010, el Partido Acción Nacional denunció que desde 2009 se detectaron más de 45 mil nuevos electores en la entidad, mismos que procedían de estados como Tamaulipas, Morelos, Puebla, Chiapas, Oaxaca y Tabasco. Medios informativos nacionales consignaron los casos de 500 personas de Morelos y 2 mil de San Luis Potosí que habrían votado en Veracruz.

    Al final, todo terminó hace un año con la amonestación pública del Instituto Federal Electoral a siete personas que incurrieron en esas prácticas y las órdenes de aprehensión contra 31 potosinos que cambiaron su residencia únicamente para sufragar en las elecciones de Veracruz.

    El tema se reactivó hace unos días, cuando el nuevo titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, Santiago Nieto Castillo, reveló un rezago de casi 4 mil 500 expedientes, la mayoría de los cuales se ubican en Quintana Roo, Yucatán, Estado de México, Tamaulipas y Veracruz.

    El asunto no sólo pasa por las trampas en los procesos, prácticas a las que los mexicanos ya estamos, desafortunadamente, acostumbrados; sino por el uso de la ignorancia y la pobreza para hacer del sufragio un tema de compraventa de voluntades; por otro lado, sería importante un mayor esfuerzo de las autoridades por difundir las leyes en esa materia, así como los actos que constituyen delitos electorales. @luisromero85

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