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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

     

    Es evidente que Guillermo Moreno Chazzarini es contador público y no físico, porque epistolarmente echó abajo la tercera Ley de Newton: A cada acción corresponde una reacción en igual magnitud pero en sentido inverso. La respuesta al Senador Pepe Yunes con respecto al señalamiento que hizo a la “reaparición de la Licuadora” en el Gobierno estatal no fue igual, pudiera hasta considerarla más fuerte, más agresiva, tan dura como cuando alguien se golpea el dedo chiquito en la pata de la cama. Bueno, al menos ya conocimos el estilo de Guillermo Moreno Chazzarini… no es de palo.

    Tan no es de palo que sus respuestas concretas en los puntos medulares las adereza con adjetivos contra Pepe Yunes Zorrilla que van desde “ignorante”, “cómplice” y “hampones” (dirigido este último a Fidel Herrera y Javier Duarte de Ochoa).

    Siendo sinceros, la carta de Moreno Chazzarini se parte en dos que podría calificar como la Ruda y la Técnica.

    Nos queda claro que abre con el bando de los rudos, dándole una reverenda “madrina” al Senador como lo citamos en los párrafos anteriores y remata, desde la tercera cuerda con esta perla: “He dado instrucciones a la Jefa del Departamento de Flujo de Efectivo de la Tesorería, la C.P. Adriana Fascinetto Contreras, para que cuando usted lo solicite, lo reciba y ella le dé unas lecciones acerca de cómo se manejan los recursos públicos en un gobierno honorable y transparente”.

    ¿En qué consiste la “madrina”? El secretario de Finanzas no manda al Tesorero, tampoco se apersona él, sino manda a una Jefa de Departamento a darle lecciones al Senador…

    Pero les decía que esta carta parece dividirse en dos bandos perfectamente notables.

    Cuando entra el técnico, ya recibió su “madrina” Pepe Yunes, ya está suavecito, y entonces, Guillermo Chazzarini delimita en dos puntos, la respuesta concreta a los dichos del Senador con respecto a los señalamientos del “re-uso de la Licuadora”, explicando y poniendo a disposición del senador las cuentas de cada fondo federal que llega a Veracruz.

    Entonces, ahí sí, el titular de Finanzas se ofrece a analizar juntos los decires de cada quien.

    II

    Mas si hablamos de “Madrinas”, hay otras que son menos rudas, quizás más técnicas, pero acompañadas de historias de vida que hablan de que las cosas pueden ir mejor aun cuando el destino se empeñe en llevarnos la contraria.

    Me encuentro un video donde está Anilú Ingram diciendo: “Y con el programa de Vida para Jefas de Familia impulsado por el Presidente Enrique Peña Nieto, la educación de Lisandro será cubierta, como ha sido hasta el momento, hasta los 23 años de edad; nos da gusto estar y compartir con usted, como lo hemos hecho en diferentes ocasiones, pero hoy con un techo, con una casa digna, donde van a estar seguros, y donde Lisandro va a seguir creciendo…”

    Nos ubicamos. Anilú acaba de visitar Coscomatepec. Hace ya un año que el paso del huracán “Earl” se dejó sentir en este municipio y zonas aledañas. Muchas personas perdieron su hogar. Lisandro perdió algo más que eso… perdió a sus padres y un hermano durante un deslave que cubrió su casa en Tamazolapa, allá en Coscomatepec.

    Virginia Delgado, su madre, estaba inscrita al Seguro de Vida para Jefas de Familia y si bien, de cierto modo, la tragedia que vivió Lisandro es posible que a sus nueve años tarde en encontrar sosiego, el hecho de que se haga efectivo este Seguro en su persona así como el interés muy particular de Anilú Ingram por estar al pendiente de Lisandro hace que el camino sea menos complicado de transitar.

    En esta comunidad de Coscomatepec, 16 familias, la abuela de Lisandro y él mismo, se pudiera decir que encontraron a una “madrina”, porque así es como ven a Anilú.

    Ahora que “Katia” amenaza a Veracruz de nuevo, en esta comunidad recuerdan el paso de “Earl” con la esperanza de que ahora no azote de nuevo su comunidad y menos cuando la Fundación Banamex, el Ayuntamiento de Coscomatepec y la delegación federal de Sedesol construyen 17 viviendas dignas y seguras que han de convertirse en hogares.

    Hoy, Lisandro sonríe, y así como para la delegada de Sedesol es un aliento para seguir trabajando por él y por muchos otros niños y veracruzanos, uno espera que los programas federales así como estatales, tengan ese mismo toque de sensibilización y compromiso social que Anilú comparte con Lisandro, con su abuela… con los veracruzanos, que hace que en lugar de verla como la funcionaria, la política, la delegada, la vean más como una Madrina.

    ¡Hay de “madrinas” a Madrinas!

    smcainito@gmail.com

     

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