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    Edgar Landa Hernández
    Fin de siglo

    El día inicia cuando la cadencia de los rayos del sol da directamente a mi rostro, una pequeña reacción me pone sobre aviso. Es hora de iniciar un día más. El cielo se tiñó de colores, en una paleta multiforme recreando la caricia del creador en el lienzo sutil de un cielo impasible ávido de compartir.

    Pocas veces el cielo resquebraja sentir, hoy no sólo fue un amanecer, fue un apoteósico y emblemático cuadro que ni el mismo Monet pudiera haber creado.

     No existe deseo alguno por permanecer más tiempo en mi cama, es hora de levantarse y con ello volver a dibujar la sonrisa que llevo de adorno y me la coloco rápidamente. Más allá del tedio que cause el levantarse temprano, es una alegría saberme de nuevo participante en esta suplicante vida que no advierte la contrición, y si, lo confieso; he hecho cosas que no han sido las apropiadas, pero sé que hoy puedo revertir la historia.  ¡Mi propia historia!

     Y vuelvo a maravillarme de mi entorno, de la vida, del aire que respiro y me mantiene aquí, en el jolgorio que une mi ser con un universo que ha sido benévolo y me refugio en él, como aquellas veces que al regazo de mi madre me quedaba quietecito tan solo escuchando los latidos de su corazón y de ese modo me hacía saber ¡cuánto me amaba!

    Un día más y lo observo de una manera sin igual guiado por mis corazonadas, en el cual descifro mi ruta y sé que hoy será diferente, que hoy cambiaré no solo mi destino sino de aquellos que necesitan una mano amiga,  o en un escueto agradecimiento para liar los bártulos de un ser que también quiere proseguir llenando de historias su existir.

    Un día más y me perdono, por lo que hice o dejé  de hacer, por las displicencias en la cual acaté  órdenes imprecisas, más sé que hoy es tiempo de reparar las grietas que se atascaron en las fauces de un orgullo inequívoco de una sin razón.

    Un día más y vuelvo agradecer, por el incesante sol que día a día brilla más que mi alegría, por tenerlo en mi diario andar y recobrar la sombra que se había ido, por todos los seres que conforman el cosmos y también por todos los que habitan la tierra, hoy sé que es un día más para ser mejor y volver a caminar con pasos firmes hacia la ruta especifica que tanto anhelo.

    El ayer se ha ido y hoy, hoy es un día más para Compartir con los demás…

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