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    Felipe de Jesús Fernández Basilio
    Desde a Janela

     
    La forma en que se desarrolla la transición gubernamental de 2018 evoca a aquellos tiempos en los que las compañías de circo recorrían muchas comarcas para llevar su espectáculo a ciudades y pueblos distantes, lugares a los que llevaban sus espectáculos, siendo temerarios los unos y grotescos los otros, mas todos tenían la finalidad de arrancar los aplausos efusivos del público que acudía a las carpas para escapar de la dureza de la realidad cotidiana.
    En esos circos había espectáculos hechos con fieras domadas, con acróbatas, con payasos, así como con cualquier cosa que sorprendiera al público y los cirqueros competían duramente al buscar o inventar el espectáculo más raro y/o temerario para presentar al público que cada vez se encontraba más ávido por ver lo que nunca antes se había visto.
    Pues algo similar ocurre en la vida pública mexicana de la segunda parte de este 2018, ya que los ganadores de la contienda electoral han comenzado una serie de giras por las comarcas que van a gobernar, giras que dizque son de agradecimiento por el voto recibido pero que en realidad son un espectáculo itinerante en el que hacen desde burdas gracejadas como la espera en vuelos comerciales demorados por mal tiempo o hablar con maridos sorprendidos por el personaje que su esposa se encontró en el aeropuerto hasta declaraciones rimbombantes pero irresponsables sobre la situación del país como el decir sin mayores datos que éste se encuentra en quiebra.
    Pero el circo no para ahí, ya que en otra pista hacen la payasada de la consulta popular para construir el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco o en la base aérea de Santa Lucía y se trata de una payasada, porque el referendo de marras no va a ser ni consulta ni mucho menos popular, ya que a la fecha se sabe que la autoridad electoral no va a organizar consulta alguna ni tampoco se va a preguntar a toda la ciudadanía y solo se habla de llevar a cabo una encuesta, lo cual aparte de lo cuestionable que es el que una decisión técnica de gran trascendencia tanto por el tipo de obra de que se está construyendo como por lo costoso que ésta es, se consulte al pueblo cuando precisamente para tomar ese tipo de decisiones es que se elige a un gobierno; lo que deja como bufones tanto al Presidente electo como a su equipo de asesores ya que sin tomar si quiera posesión del cargo quedan en ridículo al descubrirse que una de sus promesas de campaña en realidad fue una farsa para entretener a sus electores.
    Lo mismo se puede decir respecto de la actividad legislativa que hasta el momento llevan a cabo los integrantes de sus flamantes bancadas mayoritarias en el Congreso de la Unión, bancadas en las que hay senadores que en dos meses ya no van a estar ahí porque se van al gabinete y que un día dan permiso a un gobernador que a la vez es senador de volver a su estado para terminar su mandato a cambio de adquirir unos diputados del más mercenario de los partidos políticos y quizá el que más representa la corrupción política que dicen combatir, el Partido Verde Ecologista de México y otro día aprueban sobre las rodillas leyes y convenios desfasados en el tiempo sin siquiera revisar su redacción, ya que lo hacen para pavimentarle el camino a su jefe mas corren el riesgo de dejarlo en ridículo, ya que cuando los quieran aplicar se van a topar con que su redacción ya no corresponde a los tiempos actuales, porque se trata de iniciativas que llevaban tiempo en la “congeladora” legislativa tal y como ocurre con su ley de topes salariales en la que se menciona como uno de sus obligados a los Concejeros del extinto IFE.
    Mas el que para mí es el mayor de todos los shows es la presentación que hace el Presidente Electo de su acto denominado “La Cuarta Transformación”, el cual está presentando en todas las ciudades del país y que para darle realce pone como escenografía a quienes según él llevaron a cabo las anteriores transformaciones y con ese tinglado lleva a cabo cada una de sus funciones.
    Y mientras el dueño del circo recorre la república y sus primeros actores llevan a cabo sus representaciones en el legislativo, en Veracruz hay un cirquerito que recorre el estado presentando en cada pueblo a sus patiños, haciendo burletas y chistoretes sobre el gobierno saliente de la entidad y bailando cada vez que se le presenta la ocasión; sin decir nada respecto a cómo va a gobernar debido a que sus titiriteros aún no le han dicho lo que tiene que hacer y mientras tiene que representar algún show aunque sea muy burdo ya que si no lo hace, el respetable se olvidará de él.
    Así las cosas y mientras el circo de AMLO & Cía. recorre el país presentando la gira de la “Cuarta Transformación” queriendo entretener al público, sus integrantes se desgastan innecesariamente al empezar a develar la farsa que fue su campaña electoral sin siquiera haber asumido el gobierno.
    felfebas@gmail.com
    Twitter: @FelipeFBasilio

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