Brenda Caballero
Números Rojos
Todos los militantes panistas y priístas andan muy movidos, pues cambian su dirigencia estatal. Con Morena en “el poder absoluto” saben que tienen que poner a sus mejores piezas para ser una verdadera oposición. El PAN ya tiene a sus dos gallos en el ruedo, andan ya hasta en campaña, ¿y el PRI?
Para el tricolor suenan muchos nombres ¡y hasta “el Compayito”!, pero no crea que el de Televisa, sino el próximo diputado local Juan Carlos Molina Palacios, actual líder de la CNC estatal.
Y curiosamente, sin andarlo buscando, lo encontramos.
–Don Juan Carlos, ¿puedo hacerle una entrevista?
–Claro, hermana, claro. Pregúntame…
–¿Eh? ¿eh? ¿Oh?
–¿Qué te pasa? ¡Te han comido la lengua los ratones?
–No, no, lo que ocurre es que nunca me quieren dar la entrevista, entonces… ¡me sorprendió que usted aceptara!
–¡Faltaba más! Tú pregunta.
–Bueno, pues yo pregunto. ¿De lo que sea?
–¡De lo que sea! Yo no tengo pelos en la lengua.
–¿Del PRI?
–¡Del PRI, del PAN, de Morena! ¡De caballos, vacas o bueyes! ¡Faltaba más!
–¿Es verdad que quiere ser dirigente del PRI y por eso anda muy movido?
–Yo siempre ando movido, desde muy temprano me levanto, ¡pues al que madruga, Dios le ayuda!
–Entonces ¿quiere hacer madruguete en el PRI?
–¡Anda! ¡ya te vi que eres de las que traen zapatos boleaditos y andan perfumaditas!
–¡Híjole! este año me ha llovido de todo, desde reportera maiceada, fifí, de tercera y ahora hasta ‘perfumiada’, digo: perfumada.
–Tranquila hermana… ¡tranquila! andas con la piel muy sensible, hasta pareces política, mientras no seas titiritera.
–¡Titiriteros los del PRI!
–¿Qué dijiste?
–Que usted dijo que el PRI estaba secuestrado por titiriteros.
–También dije que becerro que ya mamó que desocupe el corral.
–Ya me hizo bolas, ¿o sea que el PRI necesita un nuevo becerro?
–No hermana, no. Lo que necesita el PRI son caras nuevas, ¡pero que trabajen, chingao!
–¡Ah ya entendí! ya no quieren huevones que solamente calienten el asiento detrás del escritorio.
–¡Así mero! Hay que salir, trabajar para el pueblo. Es más: ¡Hay hacer una consulta!
-N’ombre compayito, no me diga que usted también se está transformando en Moreno.
–¡Qué pasó hermana! Yo llevo al PRI tatuado, como dijera mi hermano Joan Sebastián que en paz descanse.
–Pues es que ya habla de consultas, y con eso de que las consultas populares están de moda.
–Yo hablo de una consulta a las bases del Partido.
–Ah ¡ok, ok!, pensé que ya era PRI-Mor.
–¡Ay hermana! a veces como que te apendejas, ¿verdad?
–Óigame compayito, ¡ya lo sé, pero no me lo diga!
–Pues conmigo te chingaste, a mí me gustan las cosas de frente. Luego se ve que tratas con puro politiquillo perfumado y bien boleado.
–Entonces, de frente, dígame: ¿Quiere la dirigencia del PRI?
–El que nace para tamal, del cielo le caen las hojas.
–Pero ¡dígame, dígame compayito! ¿sí va?
–Al buen entendedor pocas palabras.
–Ya no entendí.
–¡Por eso, hermana! ¡Por eso! ¡Dios te bendiga!
*Entrevista Ficticia: Con el único propósito de sacarle una sonrisa.
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