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    Salvador Muñoz
    Los Políticos

    Mi hija levántandose temprano en sábado… don Agustín y doña Sara, pareja de viejitos, ven la tele sin pelear… mi suegra al borde del llanto… todos congregados en distintos puntos, viendo la final de futbol entre Brasil y México con el consabido resultado…
    Por la tarde, el América contra Atlas me da hueva… “lo que haga el América difícilmente opacará lo que hizo la selección mexicana”, le digo a mi esposa y ya vemos el partido por no dejar.
    Es cierto: El futbol es el deporte más popular no sólo en México; me atrevo a pensar que a nivel mundial… es más, y ahora que anda el “Curiosity” por marte, me aviento a creer que lo es hasta el infinito y más allá.
    Una pregunta fue reiterada a cada entrevistado del tri por la gente de TDN o Televisa Deportes en cuanto tenían oportunidad: ¿Qué sintieron al escuchar el Himno Nacional?
    Recuerdo los lunes en la escuela y lo que era el Himno y el Juramento, ¡por Dios, qué hueva me daban! Pero… ¿qué es lo que hace que el Himno se escuche diferente después de que México venza a Brasil en una final de futbol?
    Empiezo a sospechar que el futbol congrega, integra, conforma un nacionalismo que hincha de orgullo el eso llamado “ser mexicano”.
    Es fantástico ver que algo tan simple como perseguir una pelota (y ganar, por supuesto) puede ser tan prodigioso como para reunir a familias, olvidar crisis, llevarnos a la catarsis y hasta orgullosos, entonar un Himno que nos hace sentir guerreros…
    Me da miedo pero no deja de sorprenderme que una medalla de oro en fut, sea más poderosa que tres de plata y tres de bronce… sí, porque no creo que la algarabía del sábado y del domingo por el 2-1 a Brasil, se hubiera comparado con cualquier otra medalla áurea porque sencillamente el futbol en México, no tiene competencia…
    Por eso me atreví a imaginar qué pasaría si nuestro país se rigiera bajo la palabra mágica que hace que la mayor parte de nuestra sociedad se apasione: “Soccer”…
    Sí, hablo de un Sistema Demo-soccer-crático…
    Y no me diga que no, porque al igual que pasa en nuestra liga, la mayor parte de los mexicanos vivimos de la patada y el resto, son directivos y dueños.
    Al igual que los árbitros, las autoridades electorales son las que se llevan las mentadas de madre por sus errores garrafales.
    También, por faltas, se pueden cobrar penales; aunque en nuestro sistema penitenciario cobran en los penales…
    Afortunadamente, en los partidos, cuando alguien comete “foul”, le sacan tarjeta amarilla o roja… lamentablemente en nuestro actual sistema, si alguien hace alguna transa, saca su tarjeta de Soriana o su Monex…
    En el partido, si alguien entra con los tacos por delante, es motivo de sanción por parte del árbitro; si un partido entra con los tacos por delante, con las tortas y los chescos por delante, con las tarjetas de Soriana por delante, con los 300 ó 500 pesos por delante a cambio de la credencial de elector, es proselitismo y no se sanciona….
    Y así, ante estos ejemplos, propongo imponer este sistema Demo-soccer-crático lo que bien podría ayudar a nuestras autoridades a resolver problemas tan simples como los siguientes:
    * Que el Gobernador estuvo ausente en el estado… ¡estuvo lesionado igual que Giovanni dos Santos!
    * Que nuestras autoridades de Protección Civil hacen como que trabajan… es que juegan como el brasileño Alesandro Rodrigues da Silva… o sea, se hacen “Pato”…
    * Que el Orfis no sanciona a las autoridades que roban… ¡y qué! Los árbitros no marcan muchas metidas de pata en el área chica… ¡menos de mano!
    * Que Martha Montoya y Olga Lidia Robles Arévalo traen babeando a algunos chavitos… ¡a quién no le gusta echarse de vez en cuando una cascarita!
    * Que muchos de nuestros políticos, ayer cargamaletas, guachomas y abrepuertas, hoy son empresarios exitosos, alcaldes, diputados y hasta gobernadores… ¡eso se llama Chanfle!
    ¡Viva nuestra próxima República Demo-Soccer-Crática! y gritemos todos: ¡Goool!

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