Salvador Muñoz
Los Políticos
Dicen que el estilo es el hombre…
Caballo Loco, así adjetivizaban a Dante Delgado Rannauro sus colaboradores… por supuesto, no de manera directa porque el cordobés tenía un carácter sumamente especial.
Le llamaban así, dicen, por su ímpetu para gobernar… un gobernador que sencillamente no paraba de trabajar, yendo de un lado a otro, con una hiperactividad que espantaba y por supuesto, cansaba. Llevarle el ritmo era sumamente difícil… era como si tuviera como consigna trabajar en cuatro años lo que pudo haber hecho en seis.
El recuerdo que se tiene como gobernador es para un gran pocentaje, admisible, aprobable… No obstante, algo ha de haber ocurrido que cuando volvió a contender por la gubernatura, nomás no…
El estilo es el hombre…
Por su parte, Patricio Chirinos fue discreto… se aparecía cuando se tenía que aparecer… que en un corte de listón, que en alguna reunión, que durante una visita del Presidente Salinas. No hacía ruido y mucho menos le gustaba hablar, pero no me refiero a su singular forma de hablar, no… a lo que voy es que era de esos políticos que si hablaban, era para decir algo, no decía algo por hablar, muy común en nuestros «grillos» de hoy…
El estilo es el hombre…
Miguel Alemán resultó un gobernador muy controvertido, de excelente sentido del humor y con un sarcasmo fino o a veces hasta cruel… fino, elegante, educado a más no poder y culto, salvo un ligero detalle: dejó que gobernaran (si usted quiere poner «robaran» es bajo su criterio) sus funcionarios, la mayoría hoy en día, neo-millonarios. ¡Ah! Inolvidable por supuesto, su «No soy bombero» ante la tragedia ocurrida en el puerto tras la explosión de cohetes en un mercado… aunque tampoco se mojó los zapatos cuando al inicio de su administración, la entidad sufrió la violencia de la naturaleza en la zona norte con inundaciones.
El estilo es el hombre…
Fidel Herrera es un gobernador sui generis… una mezcla de Caballo Loco y Miguel Alemán pero en el sentido de que no dejó que «gobernaran» tanto como él sus funcionarios. Populista a más no poder. Hablador (de que hablaba mucho) a más no poder… rollero, demagógico, protagonista y oportunista… la desgracia era para él siempre una oportunidad para aparecer, resaltar y figurar. Cómo no recordar a ese sujeto descalzo, pantalones a la altura de las rodillas, chamarra y sombrero, cargando una despensa, metiéndose al agua, en una lancha, en un caballo, en lo que fuera… pero el muy cabrón hacía sentir a la gente que ante cualquier desgracia, siempre lo tendrían al lado, para escucharlos, para atenderlos y estar con ellos porque no era el Gobernador… ¡era Tío Fide! y como tal, astuto, hábil, ingenioso…
El estilo es el hombre…
Sí, cada uno de estos gobernadores ha marcado una forma de administrar muy peculiar y es seguro que cada quién de los veracruzanos ha de hablar de ellos como le haya ido en la feria…
En el caso de Javier Duarte, hablando del sujeto, no deja de ser un tipo agradable, con sentido del humor, ingenioso y bonachón, pero del que difícilmente se puede hablar de su estilo de gobernar y no porque apenas tenga menos de dos años en el mandato, sino porque a veces se tiene la ligera sospecha de que aún no ha empezado a gobernar… ¿o hacer como que gobierna será su estilo?
Caballo Loco, así adjetivizaban a Dante Delgado Rannauro sus colaboradores… por supuesto, no de manera directa porque el cordobés tenía un carácter sumamente especial.
Le llamaban así, dicen, por su ímpetu para gobernar… un gobernador que sencillamente no paraba de trabajar, yendo de un lado a otro, con una hiperactividad que espantaba y por supuesto, cansaba. Llevarle el ritmo era sumamente difícil… era como si tuviera como consigna trabajar en cuatro años lo que pudo haber hecho en seis.
El recuerdo que se tiene como gobernador es para un gran pocentaje, admisible, aprobable… No obstante, algo ha de haber ocurrido que cuando volvió a contender por la gubernatura, nomás no…
El estilo es el hombre…
Por su parte, Patricio Chirinos fue discreto… se aparecía cuando se tenía que aparecer… que en un corte de listón, que en alguna reunión, que durante una visita del Presidente Salinas. No hacía ruido y mucho menos le gustaba hablar, pero no me refiero a su singular forma de hablar, no… a lo que voy es que era de esos políticos que si hablaban, era para decir algo, no decía algo por hablar, muy común en nuestros «grillos» de hoy…
El estilo es el hombre…
Miguel Alemán resultó un gobernador muy controvertido, de excelente sentido del humor y con un sarcasmo fino o a veces hasta cruel… fino, elegante, educado a más no poder y culto, salvo un ligero detalle: dejó que gobernaran (si usted quiere poner «robaran» es bajo su criterio) sus funcionarios, la mayoría hoy en día, neo-millonarios. ¡Ah! Inolvidable por supuesto, su «No soy bombero» ante la tragedia ocurrida en el puerto tras la explosión de cohetes en un mercado… aunque tampoco se mojó los zapatos cuando al inicio de su administración, la entidad sufrió la violencia de la naturaleza en la zona norte con inundaciones.
El estilo es el hombre…
Fidel Herrera es un gobernador sui generis… una mezcla de Caballo Loco y Miguel Alemán pero en el sentido de que no dejó que «gobernaran» tanto como él sus funcionarios. Populista a más no poder. Hablador (de que hablaba mucho) a más no poder… rollero, demagógico, protagonista y oportunista… la desgracia era para él siempre una oportunidad para aparecer, resaltar y figurar. Cómo no recordar a ese sujeto descalzo, pantalones a la altura de las rodillas, chamarra y sombrero, cargando una despensa, metiéndose al agua, en una lancha, en un caballo, en lo que fuera… pero el muy cabrón hacía sentir a la gente que ante cualquier desgracia, siempre lo tendrían al lado, para escucharlos, para atenderlos y estar con ellos porque no era el Gobernador… ¡era Tío Fide! y como tal, astuto, hábil, ingenioso…
El estilo es el hombre…
Sí, cada uno de estos gobernadores ha marcado una forma de administrar muy peculiar y es seguro que cada quién de los veracruzanos ha de hablar de ellos como le haya ido en la feria…
En el caso de Javier Duarte, hablando del sujeto, no deja de ser un tipo agradable, con sentido del humor, ingenioso y bonachón, pero del que difícilmente se puede hablar de su estilo de gobernar y no porque apenas tenga menos de dos años en el mandato, sino porque a veces se tiene la ligera sospecha de que aún no ha empezado a gobernar… ¿o hacer como que gobierna será su estilo?
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