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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Circula video en redes donde cuestionan si es héroe o villano/asesino un cliente que impide el atraco a un negocio matando a balazos al asaltante.

    Nada que ver con Don Ramón, aquel vecino de la zona de Zongolica, Veracruz, quien al ver que tres sujetos intentaban secuestrar a su hijo, con escopeta en mano salió en defensa de su vástago, disparando para matar a uno y herir a otro mientras que el tercero, huyó, de acuerdo a lo que cuentan las notas informativas.

    Les platico en breve el primer caso:

    La cámara enfoca el frente así como algo de la calle, donde aparecen tres sujetos. Uno de ellos es el que entra al negocio mientras que los otros se retiran al ver las intenciones. Al tiempo de mostrar un arma, se infiere que pide el dinero de las ventas. El único cliente que está en el mostrador, saca de entre sus ropas una pistola y dispara sobre la cabeza del atracador.

    Para algunos, don Ramón es un héroe porque defendió a un familiar de tres malandros, por lo que tenerlo en una preventiva es ofensivo para un alto porcentaje de la sociedad a la que no le importan los procesos judiciales: don Ramón actuó en defensa de su hijo ¡y punto! Es más, a don Ramón no se le debe seguir ningún proceso, sino darle un reconocimiento por eliminar de nuestra sociedad a dos malandrines ¡y punto! Vamos, dicen que la fuerza de las redes sociales hicieron que don Ramón siga su proceso desde domicilio.

    En el caso del video que les platico del cliente que mata a un ladrón, ponen en la mesa de discusión si debe ser considerado un héroe o villano… o asesino.

    Por qué calificarlo así, no lo entiendo pero lo trato más o menos de entender con esta explicación mía envuelta en pregunta: ¿por la sangre fría con la que mata al asaltante?

    ¡Vamos! No sé si ese cliente sea Policía encubierto o miembro de alguna fuerza para andar trayendo un arma entre sus ropas de civil. Y también desconozco si pertenecer a una corporación o institución conceda el derecho de andar por los caminos de Dios con un arma entre sus ropas de civil.

    Ahora, muchos consideran que este suceso ocurrió en Brasil, pero de todos modos, otros muchos posicionan a este hombre que disparó por tres o cuatro ocasiones a un ladrón, como un héroe.

    En el caso de Don Ramón, defendió la vida de su hijo si sustentamos que lo vio en peligro; en el caso de este desconocido supuestamente carioca, en lo que a mí respecta, quien corre riesgo, es quien atiende ese negocio pues es con quien se confronta directamente el atracador, tan así, que descuida su flanco.

    Desconozco muchos pormenores en el caso de Don Ramón, pero en el otro, es evidente que la consigna de quien dispara al asaltante, es matarlo, no tanto defender su vida… pero quizás defender la de otros. Cuestión de perspectivas.

    Don Ramón, para los veracruzanos, es un héroe; para las redes sociales, el otro también es un héroe y en ambos, hay una constante: la gente aplaude el que alguien elimine a quienes roban, asaltan, delinquen… por eso, cuando hay linchamientos, lejos estamos de escandalizarnos y si es posible, hasta viralizamos videos de los juicios populares…

    A lo mejor, sin darnos cuenta, ya rebasamos el nivel de esos linchamientos, y estamos en la permisividad de los justicieros aunque ello signifique que nuestras Leyes, sean en México, Zongolica o Brasil, nos dejan la percepción de que no sirven para nada.

     

    smcainito@gmail.com

     

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